Ramal ferroviario de Santa Cruz del Norte

Caminos de hierro ¡bajo agua!

Ferroviarios y soldados del EJT trabajan para revitalizar este ramal de gran importancia económica. Sin embargo, salideros de agua atentan contra algunos de los tramos ya recuperados

MAYLIN GUERRERO OCAÑA

Dentro del proceso de rehabilitación del Ferrocarril cubano resultan significativas las acciones de recuperación de ramales ferroviarios necesarios para que avance sobre rieles la economía. Uno de ellos es el de Santa Cruz del Norte, en la provincia de Mayabeque, cuyo funcionamiento posibilitará explotarlo en las transportaciones de las cargas destinadas a importantes industrias del territorio.

El trasiego de estas es asumido hoy por vehículos automotores, con el enorme gasto de recursos que en este caso representa el empleo de tales medios.

El ramal, que enlaza a la localidad mayabequense con Matanzas y La Habana, es uno de los afluentes de la Línea Hershey. Antes de comenzarse las labores de reparación, sus seis kilómetros presentaban un notable estado de deterioro, al estar inutilizados y faltos de atención desde hace más de diez años.

Ahora la línea se está recuperando de manera total, señaló a este diario Yunior Alfonso Ruiz, especialista de la Unión de Ferrocarriles de Cuba. "Se le han renovado fijaciones, restablecido señales y cambia-vías, y colocado unas 2 000 traviesas nuevas".

A punto de culminar estas acciones se encuentran 20 integrantes del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), quienes con gran esfuerzo han levantado la vía, además de colocar y resparciar traviesas (cuando se alza la vía y se ponen estos elementos en el lugar correcto), para luego regarse la piedra sobre la vía con la máquina "plasser", que la alinea y calza.

Sin embargo, el arduo trabajo realizado por soldados y trabajadores ferroviarios para revitalizar el ramal es entorpecido por varios salideros de agua potable que se encuentran en las cercanías del ramal. Granma pudo constatarlo en reciente visita al lugar, y así lo confirmó el especialista de Ferrocarriles:

Fotos: Anabel Díaz Mena El agua potable que se derrocha en estos salideros podría abastecer a miles de pobladores que hoy carecen del líquido y a las propias industrias del territorio.

"Algunos de los que provienen de la acometida principal, a la vez que derrochan el preciado líquido, afectan seriamente las labores de recuperación, porque en algunos tramos ya recuperados el agua se acumula debajo de la vía, con todo el daño que esto ocasiona".

Aunque uno de ellos fue sellado por iniciativa de los propios ferroviarios y a otro le hicieron una zanja que desemboca en la presa cercana, todavía existen dos que siguen vertiendo agua en grandes cantidades y, que a pesar de realizárseles un drenaje, provocan el estancamiento del líquido en tramos de línea ya recuperados, y por esta causa se tienen que volver a reparar.

Autoridades ferroviarias han realizado gestiones con el gobierno municipal de Santa Cruz del Norte y Recursos Hidráulicos para resolver la situación, pero hasta el momento no ha existido una respuesta lo suficientemente efectiva que erradique el problema.

Mientras llega la solución por parte de los implicados, continúa afectada una obra que beneficia enormemente a la economía del país, a la vez que no se evita la pérdida de tan preciado líquido para consumo de las propias industrias enclavadas en ese territorio y de la población.

 

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