El
presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, se mostró hoy abiertamente
contrario a la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de comprar
deuda soberana de países en crisis de forma ilimitada hasta que se
reduzca la presión de los mercados.
La máxima representación del banco central alemán afirmó que la
adquisición de bonos está demasiado cerca de la financiación de los
Estados mediante la emisión de dinero.
Weidmann advirtió sobre el peligro de ese programa al considerar
que puede provocar un retraso en las reformas estructurales de las
economías más débiles y que serviría para minar la confianza en la
capacidad de los gobiernos para resolver la crisis.
En un comunicado el Bundesbank expresó preocupación por el
impacto de ese plan en la estabilidad de los precios en la Eurozona.
Subrayó la necesidad de que esté supeditado a un estricto control
y garantice que las compras serán interrumpidas si las condiciones
son incumplidas.
Para la autoridad monetaria germana las intervenciones en los
mercados de bonos soberanos conllevarían a redistribuir riesgos
considerables entre los contribuyentes europeos.
Al respecto sugirió que esa repartición sea legítimamente
autorizada por los gobiernos y parlamentos elegidos
democráticamente.
Entre tanto, el Fondo Monetario Internacional dio su aprobación a
la decisión del BCE y aseguró que está listo para cooperar en la
compra de deudas, por considerarla una ayuda para reparar el
traspaso monetario e incentivar el esfuerzo de los países para
lograr financiación a costos asequibles y sostenidos.