VIENA, 5 de septiembre.— El ministro alemán de Asuntos
Exteriores, Guido Westerwelle, afirmó hoy que la eurozona solo puede
dejar atrás la crisis actual con la aplicación de una política de
austeridad en materia de presupuesto.
En declaraciones a la prensa en esta capital, el funcionario
germano ratificó la posición de su país sobre el tema tras añadir
que resulta imposible "superar la crisis de la deuda con más
deudas", informó PL.
Westerwelle admitió que los estados económicamente más fuertes de
la Unión Europea se verán afectados si persisten las dificultades en
los débiles.
Unido a ello, consideró la posibilidad de sanciones para aquellas
naciones que incumplan las normativas presupuestarias.
En ese sentido, señaló la necesidad de negociar con dureza y
decir a los socios del bloque, entre ellos Grecia, que la ayuda
financiera exige el cumplimiento de los compromisos contraídos.
Por tal motivo, dijo, estamos en contra de un sustancial alivio
del plan de reformas, en alusión a la intención de Atenas de
solicitar una extensión del plazo para la aplicación de un programa
de ajuste.
Mientras, en Francia los sindicatos exigen al presidente Fracois
Hollande que les respalde a ellos, no a los empleadores, en las
cruciales negociaciones sobre una reforma laboral, lo que prepara el
escenario para una confrontación potencialmente perjudicial con
pocas probabilidades de solución rápida.
Refiere Reuters, que el mandatario francés acudió a los líderes
empresariales en busca de sugerencias sobre cómo hacer que las
firmas francesas sean más competitivas, después de pasar meses desde
su elección en mayo atrayendo a los sindicatos con medidas como un
aumento del salario mínimo y un plan de creación de empleo
financiado por el Estado.
"Ante el empeoramiento de la crisis, el Gobierno tendrá que
admitir que estas son estrategias contradictorias —las de los
empleadores y los nuestros— y deberá tomar una decisión", sostuvo
Bernard Thibault, jefe de la agrupación sindical Confederación
General del Trabajo (cgt).
"El Gobierno va a tener que explicar las cosas claramente",
apuntó esta semana Jean-Claude Mailly, jefe del sindicato Fuerza
Obrera. "¿Se están moviendo para satisfacer las demandas de los
empleadores, que siempre están pidiendo más, o van a dar pasos a
favor de los trabajadores?", inquirió.
Thibault, del CGT, consideró que Francia no debería seguir a
España e Italia en aprobar reformas porque el empeoramiento de la
tasa de desempleo ha demostrado que no dan resultado. Ambos países
han buscado reducir los privilegios de los sindicatos y flexibilizar
sus mercados laborales.