BUENOS AIRES.— El secretario de Derechos Humanos de la provincia
argentina de Buenos Aires, Guido Miguel Carlotto, se sumó a quienes
reclaman hoy en el mundo la inmediata libertad de cinco
antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos desde 1998.
Hay fundadas razones para asegurar que estos cinco luchadores
cubanos "han sido víctima de la manipulación política de un caso sin
sustento ni justificación", subrayó Carlotto en una misiva enviada
al presidente estadounidense, Barack Obama.
El defensor bonaerense de los derechos humanos insistió en que
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando
González, y René González, fueron encarcelados hace 14 años sin
haber cometido delito alguno que lo justifique.
Por ello -enfatizó- es que consideramos sus detenciones como
violatorias a los derechos humanos.
La carta de Carlotto a Obama describe los innumerables reclamos
internacionales efectuados para lograr la libertad de
Los Cinco, como son conocidos estos luchadores antiterroristas
en las campañas por su excarcelación, y destaca la adhesión a los
mismos de 10 Premios Nobel de la Paz.
El texto pone de relieve asimismo su gran preocupación por la
situación de Gerardo Hernández, a quien considera "sentenciado a
muerte", y señala que la imposibilidad de verse con su esposa lo
condena también a no poder procrear un hijo.
Respecto al caso de René González, indica que la imposición de
una libertad supervisada en la ciudad de Miami, Florida, pone en
riesgo su vida.
Carlotto finaliza su mensaje al mandatario de la Casa Blanca
señalándole que tiene la oportunidad de cambiar la historia de las
relaciones de su país con Cuba, y expresándole su confianza en que
comprenderá la gravedad de éstos hechos.
Los Cinco fueron detenidos en septiembre de 1998 cuando
monitoreaban los planes de organizaciones terroristas financiadas
por Estados Unidos y asentadas en el sur de la Florida, con el
propósito de informar sobre los mismos a las autoridades cubanas.
La anónima actividad de estos jóvenes luchadores antiterroristas
permitió frustrar numerosas acciones que iban desde el ingreso
ilegal de armas a Cuba y la voladura de aviones civiles en pleno
vuelo, hasta la preparación de atentados contra la vida de los
principales dirigentes de la Revolución.