Actualizado 4:45 p.m. hora local

Estudio revela que cáncer de tiroides se disparó tras bombardeos atómicos de EE.UU.

Entre el 6 y el 9 de agosto de 1945 la comunidad internacional asistía a una de las mayores catástrofes que la humanidad ha padecido. EE.UU. lanzaba la bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima y tres días después, hacía lo propio en Nagasaki. Las consecuencias de aquellos bombardeos, que ponían fin a la II Guerra Mundial, fueron estremecedoras.

Se estima que hacia finales de ese mismo año, el número de muertos ascendía a más de 220.000. A pesar de todo, la desgracia no terminaría aquí. Desde aquella trágica fecha hasta hoy, se cuentan por miles los casos conocidos de personas que padecen (o padecieron) severas enfermedades atribuidas a la radiación liberada por las bombas.

Un nuevo estudio realizado en EE.UU. concluye que los niños que sobrevivieron a los bombardeos atómicos, continúan teniendo un mayor riesgo de sufrir cáncer de tiroides. Esto es debido a que las células tiroideas son particularmente vulnerables a la radiación ionizante, la misma que, por ejemplo, también subió a niveles alarmantes en la explosión nuclear de Chernobyl.

(Tomado de Cubadebate)

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir