Actualizado 1:45 p.m. hora local

Suicidios por la crisis conmocionan a Italia

Hace poco más de una semana un hombre de 54 años se plantó delante del Congreso de los Diputados italiano. Se roció con un líquido inflamable que llevaba en una pequeña mochila y se prendió fuego con un mechero.

Los carabinieri que hacen guardia delante del Parlamento intentaron apagar el fuego pero todo esfuerzo fue inútil. Angelo di Carlo fue traslado a un hospital romano con quemaduras en el 85% de su cuerpo. Murió ocho días más tarde.

En la mochila que llevaba encima la policía encontró dos cartas: una dirigida a su abogado y otra a su hijo Andrea al que le dejó los 160 euros que llevaba encima.

Di Carlo, un obrero desempleado originario de Roma pero residente en la provincia de Forlí desde hacía años, atravesaba serios problemas económicos. Estaba viudo y sobrevivía gracias a trabajos esporádicos pero desde hacía meses no conseguía uno con el que mantenerse. Además estaba inmerso en un proceso judicial con tres hermanos por una herencia.

El fallecido militaba en varias asociaciones locales y era políticamente activo, cercano al movimiento '5 Estrellas' de Beppe Grillo. La pasada noche en Forlí, sus compañeros organizaron una vigilia para recordarle "sin eslóganes ni banderas".

Aseguran que el hecho de elegir morir delante del Parlamento fue su último acto de protesta. Un acto simbólico para recordar no sólo su situación sino la de tantos otros. "El gesto de Angelo no tiene que ser visto como un gesto extremo sino analizado en todos sus significados. Tiene que hacernos reflexionar", explican sus compañeros. "Angelo no ha actuado así por protagonismo sino para llamar la atención hacia una dificultad común", dicen.

(Tomado de El Mundo)

 

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