El joven elenco antillano terminó invicto la primera ronda en la
llave B con cuatro victorias, tres de ellas supernocaos, eso sí,
ante rivales de muy poco bregar en el mundo de las bolas y los
strikes como Indonesia, Hong Kong, Brasil y Argentina.
De cualquier forma, una ley no escrita del deporte versa que a
los contrincantes menos fuertes se les debe "machacar" y, en la
medida de lo posible, no dejar margen a las dudas. Precisamente, esa
fue la filosofía en tierras aztecas de nuestra novena, implacable en
materia ofensiva con 80 anotadas en 18 capítulos jugados.
Igual de certera se comportó la defensa de los bisoños, apenas
con dos marfiladas, mientras el pitcheo solo permitió cinco
anotaciones y se apuntó un cero jit cero carrera ante los
indonesios, por intermedio del derecho Juan Carlos Hernández.
En sentido general, la justa se ha caracterizado por una
prolífera ofensiva, con diez fuera de combate e igual cantidad de
supernocaos, detalle que se puede entender por la baja calidad y
nula tradición de conjuntos al estilo de Lituania, Alemania,
Ucrania, Aruba y Honduras.
La segunda ronda comenzará mañana y en dicha instancia pugnarán
los dos punteros de cada uno de los tres grupos clasificatorios,
seis escuadras en pos de obtener el primer cetro mundial en disputa
de la categoría.
Cuba dirimirá su pleito inicial con el segundo lugar del grupo C,
Nicaragua, y luego tendrían un duelo de invictos frente a Taipei de
China, dominadora de la agrupación A. Después cerrarían las
hostilidades contra Venezuela y México, por ese orden.
De 5-3. Sin duda un tremendo average para las chicas de Japón,
que se agenciaron su tercera corona al hilo en Copas Mundiales de
Béisbol, tras blanquear (3-0) en la discusión del título a Estados
Unidos, la otra selección que puede presumir de trofeos dorados en
tan magno evento.
Las asiáticas apenas sumaron un fracaso en toda la competencia —a
manos de las estadounidenses en la primera ronda—, fruto de
excelentes indicadores en cada aspecto del juego (pitcheo, bateo y
defensa), entre los cuales lograron un impresionante balance que las
catapultó a la consecución del máximo galardón.
Hasta cuatro jugadoras de la Tierra del Sol Naciente se
incluyeron en el Todos Estrellas, con destaque para la lanzadora
Yukari Isozaki —vencedora en el partido de la final—, quien fue
seleccionada la Más Valiosa merced a tres triunfos sin fracaso y un
extraordinario 0.33 de carreras limpias en 21 entradas de labor.
En tan exigente cita, la nave cubana, comandada por Juan Padilla,
finalizó en la última posición, bien distante del sexto escaño
cosechado un par de años atrás en Venezuela.