Alexis Leyva 
			(Isla de la Juventud).—El tema que discutimos hoy es medular por el 
			efecto que tendrá de forma permanente en los bolsillos de todos los 
			cubanos y cubanas y su repercusión positiva en los recursos de los 
			que dispongamos en el futuro para continuar fortaleciendo las 
			conquistas del socialismo cubano.
			Una ley tributaria justa debe cobrar impuestos al 100 % de los 
			ciudadanos, laboral y económicamente activos, y hasta a aquellos que 
			no laboran, pero son una carga para el Estado, porque reciben todos 
			los beneficios que el Estado produce.
			También, por supuesto, una ley tributaria justa debe cobrar más 
			al que más gana. Pienso que esto está claro para todo el mundo aquí.
			Desde muy joven he tenido el privilegio de obtener diferentes 
			premios internacionales, por los cuales siempre he tenido que pagar 
			impuestos en los países sedes de las bienales o de las 
			organizaciones que otorgan estos premios. Nunca en ningún país me 
			han perdonado un centavo de un premio que he ganado. Estoy de 
			acuerdo con que Cuba cobre impuesto por los premios porque, además, 
			sería justo para el resto de la sociedad.
			Recordamos que en los años noventa, en los primeros cambios en 
			cuanto al tratamiento económico diferenciado, empezó por el mundo 
			del arte, cuando se nos permitió cobrar en divisa nuestro trabajo 
			realizado en nuestra patria. Ese fue un logro importante, pero 
			incompleto, ya que no abarcaba al resto de la sociedad, ni tan 
			siquiera a nuestros atletas, científicos y médicos, también 
			reconocidos en el mundo entero como un logro de la Revolución.
			Hoy estamos en una revolución dentro de la Revolución, para 
			fortalecer nuestro socialismo, sin prisa, pero sin pausa, como exige 
			el General de Ejército, y tenemos que tener en cuenta nosotros, los 
			artistas del pueblo, que tenemos que seguir dando más, ese es 
			nuestro deber, sacrifiquémonos los que más tenemos por el bienestar 
			colectivo. Por tanto, creo firmemente que nosotros no debemos 
			considerar necesario que se nos reconozca como algo deducible de 
			nuestra responsabilidad tributaria, lo que considero es la 
			responsabilidad moral y cívica más importante para con nuestro 
			pueblo de obreros, campesinos, médicos, artistas, constructores, 
			maestros, arquitectos, ingenieros, amas de casa, pueblo todo, que ha 
			pagado cada centavo que nos ha permitido llegar hasta nuestros 
			sueños. 
			Ganamos más, pues, entonces, paguemos más. Hagamos este 
			sacrificio por respeto y por el bienestar colectivo, es nuestro 
			deber y tenemos que seguir trabajando gratuita y voluntariamente 
			para el pueblo, sin recibir ningún beneficio tributario por ello, 
			solo el respeto, el aplauso y la satisfacción de hacer lo correcto.
			Muchas gracias (Aplausos)