Los socios de la coalición de gobierno en Grecia han dejado a un
lado sus diferencias sobre el plan de austeridad que necesita el
país para satisfacer las exigencias del Fondo Monetario
Internacional (FMI) y los acreedores dentro de la Unión Europea.
Tras duras negociaciones, se acordó un plan de recortes al gasto
público de US$14 mil millones.
"La propuesta del primer ministro (Antonis Samaras) ha sido
aceptada por los líderes políticos", indicó el ministro de Economía
griego, Yannis Stournaras.
Stournaras añadió que esto era necesario para mantener al país
dentro de la eurozona y con la capacidad para seguir negociando.
Uno de los desacuerdos se centraba en el cronograma de
implementación de estas medidas.
El líder del Partido Socialista, Evangelos Venizelos, desistió
finalmente de que los recortes sean aplicados en los próximos cuatro
años, en lugar de los dos que estipula el paquete de rescate.