Un reciente informe del grupo activista de los derechos humanos
Human Rights Watch asegura que las autoridades birmanas han llevado
a cabo una campaña de violencia contra la minoría musulmana después
de varios enfrentamientos sectarios.
El reporte asegura que ni el ejército ni la policía hicieron nada
cuando explotaron enfrentamientos el pasado junio entre musulmanes
Rohingya y budistas en el oeste del país.
El informe afirma que las fuerzas de seguridad llevaron a cabo
una campaña de asesinatos, violaciones y arrestos en masa contra la
comunidad musulmana.
Las autoridades birmanas han prohibido la entrada de periodistas
y trabajadores humanitarios a la zona.
El informe fue elaborado con entrevistas en Birmania y Bangladesh.