Ni siquiera el célebre 'fakelaki' sobrevive a la crisis griega.
El más tradicional de los sobornos a los funcionarios públicos, un
'sobrecito' entregado bajo la mesa como regalo especial para
conseguir algún servicio especial, está cada día menos cargado de
dinero.
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EFE
"Aunque la crisis no ha reducido la corrupción en sí misma, sí ha
reducido su precio", ha admitido Leandros Rakintzis, un funcionario
heleno encargado de investigar la economía sumergida del aparato
público del país. En declaraciones a la televisión griega, ha
señalado la desaparición paulatina de los grandes sobornos a los
oficiales del estado, al menos por parte de la clase media: "Ya no
hay dinero para esas maldades" , ha apuntado.
Las grandes estadísticas apoyan su discurso: aunque todavía es
imposible cuantificar el dinero utilizado para conseguir servicios
bajo la mesa en Grecia, la reducción del poder adquisitivo de la
población en un 25% desde noviembre por el peso de las medidas de
austeridad habría ayudado a su disminución.
Una país en su quinto año de recesión y donde el 27,7% de sus
ciudadanos vive ya por debajo del umbral de la pobreza no está para
pagar sobornos. Menos cuando muchos ex integrantes de la clase media
hacen fila en los comedores sociales de la caridad: "Ellos (los
funcionarios) han tenido que bajar su precio", admitió Rakintzis.
(Tomado de El Mundo.es)