La Conferencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre
Comercio de Armas culminó sin alcanzar un nuevo acuerdo que regule
ese multimillonario negocio.
Estaba previsto que el cónclave, que comenzó el pasado 2 de
julio, terminara este viernes con la aprobación de un Tratado sobre
Comercio de Armas (TCA), pero Estados Unidos rechazó a última hora
una versión del texto porque sus negociadores dijeron que
necesitaban más tiempo para considerarlo.
La directora ejecutiva de Amnistía Internacional, Suzanne Nossel,
acusó de cobardía a la administración del presidente Barack Obama,
por contribuir de forma significativa al fracaso del evento.
El argentino Roberto García Moritán, presidente de la
conferencia, pronosticó que se logrará un acuerdo antes de que
culmine este año, a pesar de las dificultades.
En diciembre de 2006, la Asamblea General aprobó avanzar hacia la
concertación del TCA, aún con la negativa de Estados Unidos.
El gobierno del presidente Barack Obama revocó en octubre de 2009
la postura de la administración de George W. Bush y apoyó una
resolución para sostener una conferencia de cuatro semanas en
Naciones Unidas en 2012 sobre el tema.
El actual mandatario enfrenta fuertes presiones internas, en
medio de su campaña electoral para los comicios de noviembre
próximo, para que su administración no apruebe el TCA.
El senador republicano por Kansas, Jerry Moran y otros 50 de sus
colegas enviaron el jueves pasado una carta a Obama en la que
señalan que votarían en contra de la ratificación del TCA si se
llegaba a aprobar, porque la legislación afecta el derecho de los
ciudadanos estadounidenses a portar armas.
Sin embargo, el borrador presentado a las autoridades de
Washington establece la soberanía y responsabilidad de cualquier
estado para regular y controlar las transferencias de armamentos
convencionales que tienen lugar solo dentro de los límites de su
territorio nacional, según su sistema legal.
Estados Unidos ocupa el primer lugar en exportación de
armamentos, con un 30 por ciento de las ventas a nivel global y
Rusia el segundo puesto con un 24 por ciento.
(Tomado de RT)