La
sucesión de tormentas, con vientos de hasta 113 kilómetros por hora,
que la noche del jueves asolaron el noreste de Estados Unidos se han
cobrado la vida de dos personas y han dejado sin electricidad a
otras 200.000. El Servicio Nacional de Meteorología (NWS, en sus
siglas en ingles) ha recibido informes de la posibilidad de que un
tornado toque tierra en Elmira, Nueva York, y Brookville,
Pensilvania.
La intensa ola de calor que padece la costa Este del país provocó
el encadenamiento de fuertes tormentas que el jueves se desplazaron
desde Ohio hasta el sur de Nueva Inglaterra. Los Estados más
afectados fueron Pensilvania y Nueva York. En el primero, la
violencia del viento provocó el fallecimiento de una mujer de 66
años, que fue golpeada por un tronco cuando salía de su caravana.
El viento también fue el causante de la segunda muerte, la de un
hombre de 61 años al que le cayeron encima los andamios de una
iglesia de Brooklyn, que cedieron ante el peso de los ladrillos que
arrancó el vendaval. Los servicios de emergencia recibieron medio
centenar de llamadas relacionadas con los efectos de las tormentas.
Es la misma zona que el 28 de junio se vio azotada por otra
tormenta que causó la muerte de más de una veintena de personas y
dejó a otras 900.000 sin electricidad durante una semana
El gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, emitió un
comunicado a primera hora del viernes en el que se indica que 95.000
clientes se han quedado sin luz. En Pensilvania la cifra supera los
100.0000, según ha reconocido la compañía eléctrica First Energy.
El NWS ha alertado de nuevas tormentas acompañadas de vientos
huracanados en los Estados de Indiana, Ohio, Kentucky, Virginia del
Oeste y en la región del Atlántico Medio -Delaware, Maryland, Nueva
Jersey, Nueva York y Pensilvania- para la tarde del viernes y no
descarta la posibilidad de tornados.
Se trata de la misma zona que el 28 de junio se vio azotada por
Derecho, otra tormenta que causó la muerte de más de una veintena de
personas y dejó a otras 900.000 sin electricidad durante una semana
-los primeros dos días tuvo a oscuras a cuatro millones-.
Las compañías eléctricas alegaron entonces que no estaban
prevenidas para una tempestad semejante, pero, ante las nuevas
alarmas, tampoco parecen haber adoptado precauciones adicionales. "A
nosotros se nos ha avisado de que lluvias y para eso nos hemos
preparados, no nos han alertado de nada más grave", ha señalado en
conversación telefónica una portavoz de PEPCO, la compañía que surte
el tendido eléctrico de la mayor parte de Maryland y Virginia del
Oeste.
Ese Estado, uno de los más perjudicados por Derecho, ha
movilizado a 500 trabajadores adicionales este fin de semana, según
ha confirmado una responsable del Departamento de Emergencias
estatal.