LONDRES.―De
pie sobre el tatami, con los brazos abiertos, Dayaris Mestre no se
lo podía creer. "¿Qué pasa? ¿Por qué detienen el combate?", debió
pensar seguramente, mientras miraba atónita como los jueces le
otorgaban la victoria a la rumana Alina Dumitru, por Hansoku-Make
(descalificación), en los 48 kg del judo femenino
Tras imponerse por wazari a la rusa Nataliya Kondratyeva, en el
complejo ExCel la espirituana salió con brío a medirse a la campeona
defensora de Beijing’08 y tomó la iniciativa todo el tiempo, pero
los árbitros decretaron la penalización, al apreciar que uno de sus
ataque comprometió la integridad física de la europea, quejosa de
una molestia en la pierna derecha.
No en vano, cuando las lágrimas cedieron el espacio por fin a las
palabras, Dayaris confesó estar viviendo "la peor pesadilla, porque
me preparé bien y en el combate demostré todo el tiempo que fui
superior".
"Al comienzo realicé una proyección, que debía darme ventaja y
ninguno de los árbitros la apreció", añadió la judoca de 26 años,
tras ver como en poco más de un minuto se esfumaba su sueño de
alcanzar una medalla olímpica, tras meses de esfuerzo y sacrificios.
Mientras, el avezado entrenador Ronaldo Veitía no dudó en tachar
la decisión de "injusta". "Mestre estaba muy bien, e incluso la
rumana le tenía un temor tremendo. Pero no es la primera vez que nos
pasa en unos Juegos Olímpicos. El despojo de la medalla de Yalennis
Castillo hace cuatro años es un ejemplo, y ahora nos ha vuelto a
ocurrir", comentó a su paso por la zona mixta, aunque precisó que lo
sucedido no afectará al resto de sus muchachas.
"Lamentablemente ya pasó, y mañana será otro día. Todas están
bien preparadas y también van a salir a ganar como lo intentó Mestre",
afirmó, cuando mañana los focos apuntarán a la subcampeona de
Beijing’08, Yanet Bermoy (52 kg), quien debutará ante la vencedora
del duelo entre la haitiana Linouse Desravine y Bundmaa Munkhbaatar,
de Mongolia.
Este sábado, en las primeras finales del judo, la brasileña Sarah
Menezes destronó a la rumana Dumitru, con una ventaja de wazari y un
yuko, y el ruso Arsen Galstyan (60) se llevó el oro frente al
japonés Hiroaki Hiraoka, entre los hombres.