Tema crucial y decisivo para el desarrollo y la
satisfacción de nuestro pueblo es el cumplimiento en término de las
cuentas por pagar y por cobrar. Cualquier aspiración de mayor
calidad de vida en el país pasa por asumir con responsabilidad esta
tarea.
Justamente por la importancia de este asunto, los
diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular lo abordaron al
escuchar la amplia y profunda información que recibieron del Banco
Central de Cuba, que abrió las jornadas del Noveno Periodo de
Sesiones de la Séptima Legislatura.
Ese es hoy el principal problema en las
relaciones entre las empresas y al interior de los consejos de la
Administración Provincial, el cual, en la inmensa mayoría de los
casos, pasa por el irrespeto a los contratos, la insuficiencia de
estos y hasta la inexistencia de esa imprescindible herramienta para
la actividad económico financiera. Pero también por la falta de
atención y de responsabilidad de los directivos de las entidades.
Es precisamente este un punto clave en la
singular actividad: el principal responsable de las cuentas por
pagar y por cobrar en una empresa es el director, y es inadmisible
que no tenga esa tarea como la fundamental de su gestión.
En consecuencia, el país no puede darse el lujo
de que las organizaciones se la pasen renegociando deudas o en la
suspensión de las ventas de una empresa a otra por el incumplimiento
de sus compromisos de pago, o sancionando paternalistamente a un
cuadro.
Obrar así es no tener en cuenta el principio
expresado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz de que
"la batalla económica constituye hoy, más que nunca, la tarea
principal y el centro del trabajo político ideológico de los
cuadros, porque de ella depende la sostenibilidad y preservación de
nuestro sistema social".