Violaciones contractuales inciden en la venta directa de productos agropecuarios al Turismo

Sheyla Delgado Guerra

Aunque no libre de incumplimientos, las ventas directas de productos agropecuarios y forestales al sistema del Turismo han permitido ingresar más de 30 millones de CUC a las bases productivas del Ministerio de la Agricultura (MINAG), a menos de ocho meses de entrar en vigor las disposiciones para esta modalidad de comercialización agropecuaria, significó ayer ante la prensa José Puente Nápoles, director de Comercialización de ese organismo.

La piña resulta el producto agrícola más demandado por el Turismo.

Esto representa un crecimiento del 8 % en el abastecimiento al sector turístico, en relación con igual periodo del 2011, cuando aún no se efectuaban las ventas directas de los productores a entidades hoteleras, aseguró Puente Nápoles.

Como promedio anual, dijo, alrededor de 146 mil toneladas de productos agropecuarios son destinados al mercado interno en divisas. De ese volumen, parte considerable se expende de manera directa al sistema del Turismo.

En general, las Políticas y procedimientos para la Contratación Agropecuaria y Forestal 2012 establecen que se pueden expender a esas instalaciones, en la variante referida, productos agrícolas no industrializados, arroz para el consumo y carbón vegetal. Actualmente la Agricultura garantiza a las unidades turísticas el abastecimiento de 108 genéricos, siendo la piña el más demandado entre los rubros agrícolas.

Datos oficiales del titular del MINAG, Gustavo Rodríguez Rollero, ofrecidos durante el V Pleno de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños —realizado recientemente—, afirman que hasta el cierre de mayo del actual calendario firmaron contratos con las instalaciones hoteleras unas 181 bases productivas, de estas últimas 171 son cooperativas de Crédito y Servicios, y de Producción Agropecuaria, es decir, cerca del 95 %. Sin embargo, solo 45 concurren de forma regular.

La violación reiterada del contrato, como base legal de toda relación comercial, es a todas luces el talón de Aquiles de la comercialización agropecuaria y forestal, no solo en la que se efectúa de forma directa con el sistema del Turismo, sino en todas las modalidades. Las irregularidades iniciales en las cláusulas, así como la casi nula reclamación oportuna para exigir el cumplimiento de lo convenido por las partes, comprometen la oferta de esos productos a la población, que, mientras, son desviados al mercado informal, enfatizó el director de Comercialización del MINAG.

Sobre las violaciones contractuales, María del Carmen Fajes —directora del Grupo Empresarial de Logística de ese ministerio (GELMA), aseguró que estas constituyen un verdadero freno para las gestiones del Grupo e influyen directamente tanto en las ventas como en la activación de la cadena de atrasos en las cuentas por cobrar y por pagar. Hasta la fecha, las bases productivas tienen un adeudo con GELMA que supera los 700 millones de pesos.

 

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