Esto representa un crecimiento del 8 % en el abastecimiento al
sector turístico, en relación con igual periodo del 2011, cuando aún
no se efectuaban las ventas directas de los productores a entidades
hoteleras, aseguró Puente Nápoles.
Como promedio anual, dijo, alrededor de 146 mil toneladas de
productos agropecuarios son destinados al mercado interno en
divisas. De ese volumen, parte considerable se expende de manera
directa al sistema del Turismo.
En general, las Políticas y procedimientos para la Contratación
Agropecuaria y Forestal 2012 establecen que se pueden expender a
esas instalaciones, en la variante referida, productos agrícolas no
industrializados, arroz para el consumo y carbón vegetal.
Actualmente la Agricultura garantiza a las unidades turísticas el
abastecimiento de 108 genéricos, siendo la piña el más demandado
entre los rubros agrícolas.
Datos oficiales del titular del MINAG, Gustavo Rodríguez Rollero,
ofrecidos durante el V Pleno de la Asociación Nacional de
Agricultores Pequeños —realizado recientemente—, afirman que hasta
el cierre de mayo del actual calendario firmaron contratos con las
instalaciones hoteleras unas 181 bases productivas, de estas últimas
171 son cooperativas de Crédito y Servicios, y de Producción
Agropecuaria, es decir, cerca del 95 %. Sin embargo, solo 45
concurren de forma regular.
La violación reiterada del contrato, como base legal de toda
relación comercial, es a todas luces el talón de Aquiles de la
comercialización agropecuaria y forestal, no solo en la que se
efectúa de forma directa con el sistema del Turismo, sino en todas
las modalidades. Las irregularidades iniciales en las cláusulas, así
como la casi nula reclamación oportuna para exigir el cumplimiento
de lo convenido por las partes, comprometen la oferta de esos
productos a la población, que, mientras, son desviados al mercado
informal, enfatizó el director de Comercialización del MINAG.
Sobre las violaciones contractuales, María del Carmen Fajes
—directora del Grupo Empresarial de Logística de ese ministerio (GELMA),
aseguró que estas constituyen un verdadero freno para las gestiones
del Grupo e influyen directamente tanto en las ventas como en la
activación de la cadena de atrasos en las cuentas por cobrar y por
pagar. Hasta la fecha, las bases productivas tienen un adeudo con
GELMA que supera los 700 millones de pesos.