Los resultados de la Unidad Empresarial de Base Salinera
Guantánamo en el primer semestre del año en curso, pudieran
representar el inicio de una nueva etapa de estabilidad e incremento
productivo, la cual ha sido esquiva al colectivo en los últimos 20
años.
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Más de 50 mil toneladas de sal extrajo
la UEB en el primer semestre. |
Montaje del nuevo sistema de aire
caliente para el secado del mineral. |
De consumarse, el hecho, tendría relevante importancia para el
país, a partir del variado uso de la sal y del compromiso de esa
salina con alrededor del 40 % de la producción nacional (Guantánamo
cuenta, además, con la Salinera Joa, integrada por varias pequeñas
salinas. El aporte de ambas UEB representa la mitad de la producción
nacional).
La historia de los dos últimos decenios nos devela a ese centro
caimanerense signado por la inestabilidad productiva. Diversas han
sido las causas: estragos por intensas lluvias a la infraestructura
salinera (sobre todo en la primera mitad de los 90 del pasado
siglo), problemas tecnológicos, con los medios de extracción y
transporte, y el omnipresente desempeño del hombre.
Antes de ese lapso el colectivo cumplía sistemáticamente los
planes de extracción y elaboración del que se considera el mineral
de los 14 mil usos.
Transcurridos los primeros seis meses del 2012, ese centro,
subordinado ahora a la Empresa de la Sal, extrajo más de 50 mil
toneladas del más universal de los sazonadores, cantidad con la cual
excede lo planificado para el periodo y se pone en condiciones
favorables para vencer la meta anual de 90 mil toneladas. En la
etapa sus trabajadores también cumplen el plan de elaboración, la
producción mercantil y la productividad.
Esos resultados, amparados sobre todo en el desarrollo de un
vasto programa inversionista en marcha, pueden significar el retorno
a la vanguardia de un colectivo que por largo tiempo se erigió como
paradigma de los salineros cubanos.
La recuperación de la Salinera Guantánamo ha conllevado la
rehabilitación de todas sus estaciones de bombeo (se instalaron 20
nuevas electrobombas) y a la adquisición de equipos automotores para
el proceso de extracción y transportación de la sal: tractores,
carretas, camiones.
También se han recibido medios de mantenimiento como máquinas de
soldar, de corte por plasma y electrobombas portátiles para el
trasiego de salmuera en caso de intensas lluvias.
Más recientemente se concluyó la estación de bombeo El Deseo, y
ahora se trabaja en los 1 500 metros de conductora que completarán
esa obra, de importancia estratégica para la UEB por la garantía
productiva que le ofrece aún ante situaciones climáticas adversas.
Eric Ramírez Beatón, director de la Salinera Guantánamo, informó
a Granma que esa estación suministrará el agua con mayor
densidad salina y asegurará continuar produciendo en caso de
intensas lluvias, pues toma el agua de mar en un punto de la bahía
de Guantánamo no afectado por el torrente del río Guaso.
También inició la construcción de un sistema para el lavado y
apilado de la sal, que reemplazará a otro hace años colapsado. Esa
instalación, de la cual ya se dispone del equipamiento, garantizará
calidad y cantidad en el almacenaje de la sal en meseta (podrá
amontonar hasta 100 mil toneladas) y protegerá parcialmente al
mineral contra las lluvias, sin duda el principal enemigo de esta
producción, comentó Ramírez Beatón.
Las inversiones benefician, asimismo, a la industria de
elaboración, donde se instaló una centrífuga horizontal continua,
con una zaranda de clasificación que posibilita separar los granos
gruesos de la sal fina, uno de los añejos problemas afrontados por
la planta.
Explica Eric que a punto de concluir se encuentra el montaje del
nuevo sistema de aire caliente, destinado al secado del mineral, y
que a partir de agosto se continuará con otras inversiones como el
cambio de dos elevadores y cuatro conductores específicos, lo que
debe mejorar la eficiencia en el proceso de elaboración.
En espera del equipamiento tecnológico tenemos el proyecto de
iniciativa local Producción de sal condimentada y extrafina en
minidosis, dirigido a la autosustentabilidad financiera y a
sustituir importaciones, argumenta el director de la UEB para
aseverar seguidamente que en lo que resta del 2012 se invertirá,
además, en el mejoramiento de los medios de extracción del producto
de los almacenes y de fregado y engrase de equipos automotores.
La Salinera Guantánamo elabora sal fina para la canasta básica,
el consumo social, las Tiendas de Recaudación de Divisa, el mercado
liberado y para pienso, además de gruesa para la industria y el
mercado liberado, sin yodo para su empleo en el servicio de
hemodiálisis, y derivados como desodorante que destina a los
mercados industriales. La sal producida en Caimanera se distribuye
en la mayoría de las provincias del país.
El principal problema en la actualidad está en la extracción del
producto terminado. En lo que va de año solo se ha sacado el 83 % de
la cantidad contratada con Ferrocarriles de Cuba. Han dejado de
llegar alrededor de 50 casillas, que representan aproximadamente 3
000 toneladas dejadas de extraerse, cuenta Joanner Aldana Calderón,
jefe de la planta de elaboración.
Los atrasos con la transportación provocan que tengamos los
almacenes llenos y en el peor de los casos que haya que parar la
elaboración, propiciando a la vez posibles desabastecimientos. Hoy
disponemos de 1 600 toneladas en almacenes, cantidad muy superior a
la que podemos resguardar, concluye Aldana.
Pero si del lado de los salineros la acumulación del producto por
problemas con la transportación amenaza con afectar el desempeño
empresarial, igual parece acontecerle a los transportistas, quienes
también padecen incumplimientos de las normas contractuales en lo
referido a la descarga de sus casillas, lo que les impide disponer
de estas para dar continuidad a su actividad.
Según expresó, en declaraciones a Granma, Antonio Ramos
Rodríguez, director de Transportaciones de Carga del Ministerio de
Transporte (MITRANS), las casillas cargadas con sal,
fundamentalmente las provenientes de Guantánamo, figuran entre las
más atrasadas en la descarga. "Lo estipulado es que sea en 24 horas,
no 24 días, como varias que hay en la capital con sal fina". Por
supuesto, tales atrasos limitan la disponibilidad de estas y el
cumplimiento de otros compromisos.
Para que se tenga una idea exacta de lo apuntado, hasta la fecha
"41 casillas fueron descargadas con demoras entre tres y más de 20
días, facturándose por este concepto aproximadamente 19 mil pesos a
la Empresa Nacional de la Sal (ENSAL).
Y recalcó: "Los productores —en este caso los salineros— son los
responsables de sus mercancías, desde que entran a la casilla hasta
que se ubican en el almacén de destino, son ellos quienes deben
ocuparse de su carga y descarga en tiempo; los transportistas solo
ofrecemos el servicio de traslado".
Ramos ratificó que, hasta la fecha, existe un déficit acumulado
de 59 casillas, que equivalen a 3 540 toneladas de sal, en lo cual
han incidido la falta de producto o de vacío, así como la ausencia
de un representante de ENSAL en la carga y descarga de las casillas.
Este ejemplo permite insistir sobre un asunto varias veces
tratado, pero evidentemente no comprendido a cabalidad: los
contratos, instrumento básico de toda relación económica, no solo
deben contar con una elaboración adecuada, desapegada de lo formal,
que garantice el éxito para ambas partes del intercambio comercial;
también deben ser respetados por cuantos actores intervengan en él,
en el tiempo y la forma establecidos.