La Salinera Guantánamo vuelve por sus fueros

JORGE LUIS MERENCIO CAUTÍN

Los resultados de la Unidad Empresarial de Base Salinera Guantánamo en el primer semestre del año en curso, pudieran representar el inicio de una nueva etapa de estabilidad e incremento productivo, la cual ha sido esquiva al colectivo en los últimos 20 años.

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Más de 50 mil toneladas de sal extrajo la UEB en el primer semestre. Montaje del nuevo sistema de aire caliente para el secado del mineral.

De consumarse, el hecho, tendría relevante importancia para el país, a partir del variado uso de la sal y del compromiso de esa salina con alrededor del 40 % de la producción nacional (Guantánamo cuenta, además, con la Salinera Joa, integrada por varias pequeñas salinas. El aporte de ambas UEB representa la mitad de la producción nacional).

La historia de los dos últimos decenios nos devela a ese centro caimanerense signado por la inestabilidad productiva. Diversas han sido las causas: estragos por intensas lluvias a la infraestructura salinera (sobre todo en la primera mitad de los 90 del pasado siglo), problemas tecnológicos, con los medios de extracción y transporte, y el omnipresente desempeño del hombre.

Antes de ese lapso el colectivo cumplía sistemáticamente los planes de extracción y elaboración del que se considera el mineral de los 14 mil usos.

Transcurridos los primeros seis meses del 2012, ese centro, subordinado ahora a la Empresa de la Sal, extrajo más de 50 mil toneladas del más universal de los sazonadores, cantidad con la cual excede lo planificado para el periodo y se pone en condiciones favorables para vencer la meta anual de 90 mil toneladas. En la etapa sus trabajadores también cumplen el plan de elaboración, la producción mercantil y la productividad.

AMPLIO PROGRAMA INVERSIONISTA

Esos resultados, amparados sobre todo en el desarrollo de un vasto programa inversionista en marcha, pueden significar el retorno a la vanguardia de un colectivo que por largo tiempo se erigió como paradigma de los salineros cubanos.

La recuperación de la Salinera Guantánamo ha conllevado la rehabilitación de todas sus estaciones de bombeo (se instalaron 20 nuevas electrobombas) y a la adquisición de equipos automotores para el proceso de extracción y transportación de la sal: tractores, carretas, camiones.

También se han recibido medios de mantenimiento como máquinas de soldar, de corte por plasma y electrobombas portátiles para el trasiego de salmuera en caso de intensas lluvias.

Más recientemente se concluyó la estación de bombeo El Deseo, y ahora se trabaja en los 1 500 metros de conductora que completarán esa obra, de importancia estratégica para la UEB por la garantía productiva que le ofrece aún ante situaciones climáticas adversas.

Eric Ramírez Beatón, director de la Salinera Guantánamo, informó a Granma que esa estación suministrará el agua con mayor densidad salina y asegurará continuar produciendo en caso de intensas lluvias, pues toma el agua de mar en un punto de la bahía de Guantánamo no afectado por el torrente del río Guaso.

También inició la construcción de un sistema para el lavado y apilado de la sal, que reemplazará a otro hace años colapsado. Esa instalación, de la cual ya se dispone del equipamiento, garantizará calidad y cantidad en el almacenaje de la sal en meseta (podrá amontonar hasta 100 mil toneladas) y protegerá parcialmente al mineral contra las lluvias, sin duda el principal enemigo de esta producción, comentó Ramírez Beatón.

LA INDUSTRIA TAMBIÉN MEJORA

Las inversiones benefician, asimismo, a la industria de elaboración, donde se instaló una centrífuga horizontal continua, con una zaranda de clasificación que posibilita separar los granos gruesos de la sal fina, uno de los añejos problemas afrontados por la planta.

Explica Eric que a punto de concluir se encuentra el montaje del nuevo sistema de aire caliente, destinado al secado del mineral, y que a partir de agosto se continuará con otras inversiones como el cambio de dos elevadores y cuatro conductores específicos, lo que debe mejorar la eficiencia en el proceso de elaboración.

En espera del equipamiento tecnológico tenemos el proyecto de iniciativa local Producción de sal condimentada y extrafina en minidosis, dirigido a la autosustentabilidad financiera y a sustituir importaciones, argumenta el director de la UEB para aseverar seguidamente que en lo que resta del 2012 se invertirá, además, en el mejoramiento de los medios de extracción del producto de los almacenes y de fregado y engrase de equipos automotores.

La Salinera Guantánamo elabora sal fina para la canasta básica, el consumo social, las Tiendas de Recaudación de Divisa, el mercado liberado y para pienso, además de gruesa para la industria y el mercado liberado, sin yodo para su empleo en el servicio de hemodiálisis, y derivados como desodorante que destina a los mercados industriales. La sal producida en Caimanera se distribuye en la mayoría de las provincias del país.

El principal problema en la actualidad está en la extracción del producto terminado. En lo que va de año solo se ha sacado el 83 % de la cantidad contratada con Ferrocarriles de Cuba. Han dejado de llegar alrededor de 50 casillas, que representan aproximadamente 3 000 toneladas dejadas de extraerse, cuenta Joanner Aldana Calderón, jefe de la planta de elaboración.

Los atrasos con la transportación provocan que tengamos los almacenes llenos y en el peor de los casos que haya que parar la elaboración, propiciando a la vez posibles desabastecimientos. Hoy disponemos de 1 600 toneladas en almacenes, cantidad muy superior a la que podemos resguardar, concluye Aldana.

Pero si del lado de los salineros la acumulación del producto por problemas con la transportación amenaza con afectar el desempeño empresarial, igual parece acontecerle a los transportistas, quienes también padecen incumplimientos de las normas contractuales en lo referido a la descarga de sus casillas, lo que les impide disponer de estas para dar continuidad a su actividad.

Según expresó, en declaraciones a Granma, Antonio Ramos Rodríguez, director de Transportaciones de Carga del Ministerio de Transporte (MITRANS), las casillas cargadas con sal, fundamentalmente las provenientes de Guantánamo, figuran entre las más atrasadas en la descarga. "Lo estipulado es que sea en 24 horas, no 24 días, como varias que hay en la capital con sal fina". Por supuesto, tales atrasos limitan la disponibilidad de estas y el cumplimiento de otros compromisos.

Para que se tenga una idea exacta de lo apuntado, hasta la fecha "41 casillas fueron descargadas con demoras entre tres y más de 20 días, facturándose por este concepto aproximadamente 19 mil pesos a la Empresa Nacional de la Sal (ENSAL).

Y recalcó: "Los productores —en este caso los salineros— son los responsables de sus mercancías, desde que entran a la casilla hasta que se ubican en el almacén de destino, son ellos quienes deben ocuparse de su carga y descarga en tiempo; los transportistas solo ofrecemos el servicio de traslado".

Ramos ratificó que, hasta la fecha, existe un déficit acumulado de 59 casillas, que equivalen a 3 540 toneladas de sal, en lo cual han incidido la falta de producto o de vacío, así como la ausencia de un representante de ENSAL en la carga y descarga de las casillas.

Este ejemplo permite insistir sobre un asunto varias veces tratado, pero evidentemente no comprendido a cabalidad: los contratos, instrumento básico de toda relación económica, no solo deben contar con una elaboración adecuada, desapegada de lo formal, que garantice el éxito para ambas partes del intercambio comercial; también deben ser respetados por cuantos actores intervengan en él, en el tiempo y la forma establecidos.

 

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