FREDDY PÉREZ CABRERA
Hace
seis años, mientras cursaba una Maestría en la Estación Experimental
de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, de Matanzas, el médico
veterinario Denis Es-cobar, tuvo contacto por primera vez con una
planta llamada morera, de la cual había leído muchas cosas; sin
embargo, no conocía a profundidad todas sus bondades.
Sabía que era un árbol milenario, proveniente de Asia, utilizado
en la alimentación del gusano productor de la seda, y que también
sus hojas y ramas eran empleadas en la nutrición animal. Entonces
decidió traer hasta el poblado villaclareño de Mata, donde reside,
unas cuantas estacas de la planta, las cuales sembró en la parte
trasera de su casa.
No tardó mucho tiempo en que los arbustos comenzaran a progresar
en su follaje, evento aprovechado por Denis para probar todo cuanto
había conocido acerca de ese árbol.
Experimenté en la alimentación de cerdos, aves y conejos, y en
los tres casos me dio muy buenos resultados, asegura el
especialista, quien reconoce cómo el forraje proveniente de esa
planta mejora la conversión en peso de los animales, al cubrir casi
todos sus requerimientos alimenticios.
"Imagínese, son muchas sus propiedades. Tiene entre un 23 y un 24
% de proteína, aporta una cantidad de energía comparable con los
mejores piensos, además de vitaminas. Otra virtud es que contribuye
al buen funcionamiento de los procesos digestivos del animal.
Además, resulta muy fácil de cultivar", expresa el doctor Escobar.
Añade que sus mayores facultades son logradas al utilizarse como
forraje fresco, por ser más apetecible a los animales, aunque aclara
que cuando la empleó en la crianza de cerdos, también la deshidrató,
convirtiéndola en pienso, lo cual le ayudó a paliar la etapa de
sequía.
Señala, además, que en el caso de las aves y los cerdos él se la
suministró a libre voluntad; en cambio, en el caso de los conejos,
su experiencia como médico lo llevó a mezclarla con otros tipos de
forrajes, porque la morera no posee el porcentaje requerido de
fibras vegetales, lo cual afecta el sistema digestivo de ese animal.
Aclara que esta propiedad, referida a ese tipo de roedor, resulta
beneficiosa a otras especies como el cerdo, las aves, las cabras,
los ovinos y los vacunos, en especial los terneros, explica Denis,
quien se regocija cada día de haber incluido esta planta leñosa en
la dieta de sus animales.
Ante estos resultados, lo que me queda es incrementar el área
sembrada, asegura, tarea que se dispone a ejecutar con la ayuda de
la familia.
Vicente Quintana Arencibia es famoso en Cuba por sus resultados
en la fruticultura. Tal es así, que hace varios años el Grupo
Nacional del Agricultura Urbana le otorgó la Doble Excelencia. Junto
a su hijo, el también médico veterinario, Alfredo, y otro personal,
atiende una caballería de frutales y dos de caña, en la CCS 26 de
Julio.
Innovador al fin, confiesa que cuando escuchó hablar de las
potencialidades de la morera como alimento animal llamó a Alfredo y
le dijo: "Hijo, yo quiero probar las bondades de la planta".
"Esto es una bendición. Mire qué rápido crece. Las sembré en
diciembre y ya tienen entre tres y cuatro metros de alto. Ah, y
fíjese en la calidad del follaje, es maravilloso", señala mientras
recorre el campo.
"El que cría animales tiene que sembrar la comida. Por eso tengo,
además, caña y king grass. La morera ya la probé en una cría de 300
conejos, y mejor no me pudo ir. Si usted ve qué rápido aumentaron de
peso, y cómo les gusta".
Al indagar por los requerimientos técnicos del arbusto, el
ingenioso labriego expresa que nada de complejidades, al contrario,
es una de las plantas más nobles que pueden sembrarse. Al principio
lleva un poco más de riego y abundante materia orgánica. Ya después
se pueden espaciar los regadíos y cuando se cierra su follaje no hay
ni que limpiarla.
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Algunas consideraciones acerca de la
morera
La morera comenzó a sembrarse en los países
asiáticos hace alrededor de 4 500 años. Su fruto es la mora.
El uso principal y más difundido a nivel
mundial es como alimento del gusano de seda.
Las características nutricionales, de
producción de biomasa, versatilidad agronómica,
aceptabilidad, tolerancia a la sequía y disponibilidad
mundial que posee la morera, en comparación con otros
forrajes utilizados tradicionalmente, hacen de esta planta
una opción importante para la alimentación animal, por sus
elevados valores de proteína y energía.
Se adapta a un gran espectro de altitud,
suelos y régimen de precipitación y temperatura. Posee una
alta resistencia al ataque de plagas y enfermedades. |