El PRI, el partido del presidente electo de México, Enrique Peña
Nieto, admitió el jueves que usó tarjetas de prepago para remunerar
a personal de su campaña y representantes de mesas de votación en la
elección del 1 de julio, pero dijo que fue bajo contratos legales.
El
PRI, el partido del presidente electo de México, Enrique Peña Nieto,
admitió el jueves que usó tarjetas de prepago para remunerar a
personal de su campaña
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) indicó en un
comunicado que en marzo pasado, estableció un contrato con la
empresa Alkino Servicios y Calidad, para obtener "7.851 tarjetas de
prepago con recursos disponibles, por un monto total de 66.326.300
pesos (unos 4,9 millones de dólares)".
El partido entregó esta información como parte de una denuncia
ante la Procuraduría General de la República "para que se
investiguen las falsas imputaciones" hechas su contra por los
partidos de la Revolución Democrática (PRD, izquierda) y Acción
Nacional (PAN, conservador) por lavado de dinero.
"Demandamos los hechos ante la acusación de lavado de dinero que
nos hicieron", dijo en una entrevista radiofónica Jesús Murillo
Karam, coordinador jurídico del PRI.
El gobernante PAN se sumó el jueves a la demanda de la izquierda
para que se investigue el presunto lavado de dinero en el que, según
estos partidos, incurrió PRI para beneficiar a Peña Nieto.
Esta formación había rechazado categóricamente unas acusaciones
de los partidos de rivales de que utilizó tarjetas de prepago de una
cadena de supermercados y telefónicas para remunerar a sus
representantes en las mesas de votación sin haber declarado esos
gastos y para comprar votos.
El PRI señaló en cambio que la contratación de las tarjetas de
prepago de Alkino fue totalmente legal y que erogó el impuesto
correspondiente por cada una de ellas.
Las tarjetas fueron para reforzar la estructura del PRI con
contratación de personal para cumplir metas y objetivos de la
elección, así como para pagar a representantes de casillas el día de
los comicios, explicó en su comunicado del jueves.
El candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, quien
obtuvo tres millones de votos menos que Peña Nieto, impugnó ante el
Tribunal Electoral la elección, alegando que el PRI compró votos y
rebasó los gastos de campaña autorizados, entre otras acusaciones.
A diferencia de la izquierda, el PAN reconoce el resultado
oficial del cómputo, que ubicó en tercer lugar a su candidata, la ex
ministra Josefina Vázquez Mota, pero dijo tener la obligación legal
de oponerse a prácticas fraudulentas.
(Tomado de Cubasí)