Julio
es un mes en que normalmente baja la actividad en las elecciones
presidenciales en Estados Unidos, pero en las circunstancias de esta
elección presidencial ambos candidatos han dedicado sus esfuerzos
personales a eventos y actividades de la campaña electoral, según
las prioridades de cada cual.
En las últimas dos semanas, Obama ha hecho visitas electorales a
Ohio, Pennsylvania, Iowa, Virginia y nuevamente a Ohio. Todos
califican, de una forma u otra, entre los llamados estados
"pendulares". Tampoco ha descuidado la recaudación electoral y viajó
el pasado martes a Texas, donde sostuvo en San Antonio y Austin tres
eventos de recaudación de fondos con hispanos, gays y empresarios,
en los que esperaba donaciones por unos cuatro millones de dólares.
Texas, junto con California, Nueva York y Florida, es uno de los
cuatro estados que más dinero aportan a las campañas electorales de
los dos candidatos, a pesar de ser considerado sólidamente
republicano, al igual que son sólidamente demócratas California y
Nueva York.
Romney también ha estado activo recorriendo los estados, pero su
atención ha estado centrada en recaudar dinero entre las personas
acaudaladas. Resaltan las actividades del pasado 8 de julio en East
Hampton, Nueva York, en la "modesta" residencia del "mil
millonario", financista y filántropo Ronald O. Perelman, judío de
tendencia ortodoxa, a quien la revista Forbes ubica en el lugar 26
entre los más ricos de Estados Unidos, con una fortuna estimada en
12 mil millones de dólares. (El cubierto tenía un precio de 25 mil
dólares). Un segundo evento fue para unas 250 personas en el jardín
de la residencia de Clifford Sobel, empresario, diplomático y
político republicano, quien fuera designado por decisión política de
George W. Bush como embajador en Holanda y después en Brasil
(2006-2009). Es también judío y miembro del equipo de política
exterior y seguridad nacional de Romney, en el cual es
vicepresidente del grupo sobre América Latina.
La tercera reunión tuvo como anfitrión a David Koch, considerado
junto con su hermano mayor Charles, en el cuarto lugar entre los más
ricos de Estados Unidos, con un capital de 25 mil millones de
dólares. Son dueños del conglomerado Koch Industries, estimado como
la segunda más grande empresa de propiedad personal del país. El
cubierto costaba 50 mil dólares per cápita.
Koch, quien se destaca también como filántropo, donó
recientemente 20 millones de dólares al Super PAC pro-Romney,
Restore Our Fu-ture; en sus orígenes fue un "li-bertario" (de la
misma estirpe de Ron Paul) y llegó a ser candidato a la
vicepresidencia del país por el Partido Libertario, del cual se
desafilió en 1994. Es acérrimo partidario del libre mercado, desea
eliminar muchas de las instituciones del gobierno federal, reducir
impuestos a los ricos, eliminar regulaciones gubernamentales, no
cree que la actividad humana influya en el cambio climático y
considera que Obama es un radical socialista. Como buen
"libertario", favorece el matrimonio gay y se opuso a la guerra de
Estados Unidos en Iraq.
El martes pasado estuvo en Ohio y el miércoles en Pennsylvania,
donde estrenó un nuevo mensaje: Obama quiere que los estadounidenses
"sientan vergüenza del éxito".
En junio, las recaudaciones electorales totales de Romney
volvieron a superar las de Obama; en esta ocasión los tres fondos
del primero recaudaron un total de 106,1 millones de dólares en
comparación con 71 millones de los del candidato demócrata. Ventaja
aún mayor se estima que lograron en ese propio mes los Super PACs
que respaldan a Romney, aunque todavía no se cuenta con las
correspondientes cifras oficiales.
Estas recaudaciones demuestran que Romney ha logrado conseguir un
sólido apoyo financiero de los distintos grupos conservadores
republicanos y cuenta con amplias posibilidades de alcanzar la meta
de 800 millones de dólares que su campaña se propuso hasta el
próximo noviembre. Que Romney pueda recaudar tanto o más que Obama
(y que también suceda así con los PACs y Super PACs), significa que
el terreno financiero se ha nivelado para los dos candidatos, pero
no puede interpretarse como que el gran capital financiero en su
conjunto esté respaldando al candidato republicano, porque Obama
también cuenta con apoyo de importantes grupos financieros,
incluyendo aquellos dominados por personas de origen judío
El panorama electoral en estas dos últimas semanas lo dominan los
interminables y dispendiosos ataques mediáticos orquestados por los
equipos de campaña y los Super PACs y donde intervienen
personalmente ambos contendientes. Pero esta táctica parece estar
resultando contraproducente. Varios de los gobernadores republicanos
congregados el pasado fin de semana en Williams-burg, la que fuera
capital colonial de Virginia, para la reunión anual de verano de la
Asociación Nacional de Gobernadores, señalaban en comentarios a
periodistas que ante la debilidad que representa para las
aspiraciones de Obama la situación de la economía, lo sensato para
Romney es presentarse como una alternativa "aceptable" para la más
amplia mayoría de la población, dejar a un lado los ataques
personales a Obama y pasar a exponer el contenido de sus planes de
gobierno.
Una reacción similar ha expresado una gran parte de los
gobernadores demócratas allí reunidos. Opinaban en comentarios
informales que Oba-ma debe enfatizar una línea de campaña que
resalte los efectos favorables de sus acciones de gobierno sobre la
economía, tales como el plan de estímulo, las medidas en el terreno
de la energía, el respaldo a la educación y, además, que se acerque
y entable un diálogo con los empresarios. En su mayoría, estos
gobernadores consideran que Obama debe presentar una visión más
positiva sobre los resultados de su gestión de gobierno, para
desvirtuar las acusaciones de que él es responsable de las
dificultades económicas y presionar más al Congreso sobre asuntos
como la política impositiva.
Romney encontró respaldo para sus ataques a Obama en la
información mensual emitida el 6 de julio por el Buró de
Estadísticas sobre Trabajo señalando que el desempleo, la creación
de nuevos empleos no agrícolas y otras cifras relacionadas se
mantenían por tercer mes consecutivo en una situación de
estancamiento. El hecho de que el desempleo se mantenga en un nivel
considerado alto, de 8,2 %, sirvió al candidato republicano para
declarar que "claramente las políticas de Obama no han tenido éxito"
y que "esta patada en las tripas tiene que parar".
Los demócratas contraatacaron machacando insistentemente en los
antecedentes de Romney al frente de la empresa del mercado de
valores Bain Capital y acusándolo de eliminar empleos y de facilitar
que fuesen trasladados al extranjero. Volvieron a reclamar que
Romney diese a conocer sus declaraciones de liquidación personal de
impuestos de años anteriores. El propio Obama, durante un recorrido
de campaña por Pennsyl-vania, acusó a Romney de invertir "en
compañías que han sido pioneras en trasladar empleos al extranjero".
El barraje de anuncios demócratas atacando a Romney fue exitoso
en desviar la atención pública del tema del desempleo. El nuevo
informe sobre el desempleo será dado a la publicidad a las 8:30 de
la mañana del próximo 3 de agosto y será el último antes de que se
celebren las convenciones nacionales y comiencen a correr los dos
meses que durará la etapa de las elecciones generales. Todo apunta a
que el desempleo a nivel nacional se mantendrá al menos en el 8,2 %
en los meses venideros y será un arma de Romney para reforzar sus
ataques a Obama. En este cuadro hay un hecho que favorece a Obama:
en varios de los estados decisivos el desempleo se encuentra por
debajo de 7 %.
En las siguientes semanas hasta que se celebren las convenciones
nacionales de los partidos, continuará la guerra mediática, mientras
los periodistas del sector y analistas políticos se concentrarán en
el próximo informe gubernamental sobre el desempleo, las cifras de
julio sobre las recaudaciones financieras de los candidatos, los
detalles del viaje que Romney iniciará la próxima semana a Polonia,
Israel y a los Juegos Olímpicos en Londres, y la posibilidad de que
anuncie antes de la convención republicana quién lo acompañará en la
boleta como vicepresidente; y las valoraciones y pronósticos sobre
las tendencias de voto en la docena de estados "pendulares".