MANAGUA. — La concertación de fuerzas contra el neoliberalismo y en defensa de los procesos progresistas en América Latina y el Caribe denota la trascendencia del foro concluido este jueves en Nicaragua con representantes de 14 países de la región.

Así lo evalúa la primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba, Liudmila Álamo, quien también encabezó la delegación oficial de su país a las celebraciones este 19 de julio por el aniversario 33 de la revolución sandinista.

Aunar empeños continúa siendo un desafío para las agrupaciones estudiantiles y juveniles del área, luego de años de atomización y divisiones a cuenta del predominio de concepciones neoliberales, empeñadas en desmantelar cualquier manifestación de resistencia frente al capital, estimó Álamo.

Para la también integrante del Consejo de Estado y del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, hay muchos puntos comunes a fin de estructurar una agenda de lucha en Latinoamérica, dentro de un escenario más favorable por el ascenso de gobiernos con vocación social y el surgimiento de nuevos mecanismos de integración.

Están a la vista cuestiones como la lucha por una educación universal, inclusiva y de calidad, la batalla por la preservación de la especie humana, la defensa de la soberanía y la autodeterminación de nuestros pueblos frente a la dominación imperialista, ilustró.

El III Encuentro Internacional de Juventudes de Izquierda de Latinoamérica y el Caribe, con la participación de unas 20 organizaciones, patentizó el apoyo a los líderes que impulsan procesos sociales en la región, explicó Álamo a Prensa Latina.

Entre esos pronunciamientos estuvo el respaldo a la revolución sandinista encabezada por el comandante Daniel Ortega, así como a la revolución bolivariana que impulsa en Venezuela el presidente Hugo Chávez, refirió.

Compartimos la idea, detalló, que solo la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, la Unión de Naciones Suramericanas y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños ofrecen actualmente opciones de desarrollo con justicia, equidad y solidaridad entre nuestros pueblos.

También el encuentro abogó por el respeto a los derechos humanos del pueblo cubano, mediante la condena al bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos, el más prolongado y genocida que haya sufrido nación alguna en la historia de la humanidad, destacó Álamo.

Hubo igualmente un especial respaldo a la causa de los cinco cubanos antiterroristas, prisioneros políticos en Estados Unidos por monitorear las acciones violentas de grupos de asentados en Florida, en el sur estadounidense, reseñó.

Conocidos como Los Cinco en el mundo, Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González fueron detenidos el 12 de septiembre de 1998 y sancionados a severas e injustas condenas, repudiadas internacionalmente, recordó.

En diálogo con los delegados al evento, también pudimos ofrecer detalles sobre el papel de la juventud en el proceso de actualización del modelo económico en Cuba, cuando buscamos más socialismo por caminos propios, dijo Álamo.

Convocado por la Juventud Sandinista 19 de Julio, el foro se insertó entre los debates internacionales con escenario en Managua, en el contexto de los festejos por el triunfo de una revolución popular que tuvo y tiene a los jóvenes como protagonistas, comentó la dirigente.

La Juventud Sandinista, opinó, es un ejemplo de consolidación de los movimientos juveniles en América Latina; así constatamos en visitas a distintas localidades, donde conversamos con los muchachos que participan en diversos programas sociales, entre ellos la alfabetización.

Da mucha alegría y entusiasmo ver a adolescentes de apenas 13 años enseñando a leer y a escribir a otras personas mayores que ellos, con la fe de están haciendo algo bueno y necesario por su país, señaló.

Esa participación de los chavalos, como les dicen aquí, dando clases, construyendo casas y escuelas, desarrollando actividades deportivas y culturales, recorriendo barrios para ayudar a las familias necesitadas, dice mucho de la fortaleza de la revolución sandinista y de su continuidad, estimó.