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La mujer, la familia y los oficios
RAQUEL
MARRERO YANES
Acogedor e instructivo resulta ver muchachas de diversas edades,
elegantes y risueñas que permanecen atentas, y a la vez, ansiosas
por apropiarse de la sabiduría de Sergio Álvarez.
El
profesor Sergio orienta a las alumnas durante las clases de pe-luquería.
Mientras algunas demuestran su destreza; otras prestan sus
cabellos o manos de modelo. Todas se sienten satisfechas de las
enseñanzas y hasta trucos que, en poco tiempo, aprenden del ‘‘profe’’,
como cariñosamente lo llaman.
"Aunque la peluquería es un oficio milenario, nunca pierde su
encanto. Cada día se aprende algo nuevo porque tenemos el reto de
estar a tono con los tiempos y la moda", asegura este profesor de
Peluquería Integral de la Casa de Orientación para la Mujer y la
Familia (COMF), del municipio de Plaza de la Revolución.
El profesor Álvarez, fundador de esta idea en la primera COMF
hace más de 20 años, explica a Granma que la duración de los
cursos oscila de tres a nueve meses, con frecuencias de una a tres
veces por semanas, e incluye conocimientos de barbería, peluquería,
maquillaje, manicura, corte y peinado.
El costo mensual es de 25 pesos en moneda nacional y como
requisito es preciso tener noveno grado y más de 17 años, además del
interés por aprender el oficio.
Los títulos y diplomas que se otorgan certifican la preparación
recibida y resultan válidos para ocupar plazas afines a lo
estudiado, así lo confirman quienes aprovechan los beneficios de la
Casa.
ARTESANAS DE LA BELLEZA
La joven Yaima de la Paz Carmenate confiesa que ha aprendido a
identificar los músculos de la cara, los cabellos según su textura,
el tratamiento para cada uno, lavar la cabeza, las técnicas del
maquillaje y las labores de manicura, unido al arte de pelar y
peinar tanto a mujeres como a hombres.
Asimismo, Yuneiky Ferry Pérez afirma que le gusta todo cuanto
aprende, pero su preferencia es el maquillaje. Mientras Enaidis
Urglles, considera que nunca es tarde para saber.
No hay dudas de que esta Casa de Referencia Nacional goza de la
preferencia de quienes desean prepararse para la vida. Así lo
corroboran Xiomara Zoila Rodríguez y Susana Quesada, dos de las 22
compañeras que acudieron a matricular al enterarse del curso de
Peluquería con carácter práctico, que se imparte en el verano.
"El tiempo que invertimos en aprender algo útil, será
recompensado. No solo para trabajar como cuentapropista, sino
también para conocer algo más", coinciden estas muchachas que desde
niñas sueñan, además, de manipular tijeras, peines y cepillos, con
manejar y dominar un idioma.
Como ellas, son muchas las que acuden en busca de esas
habilidades que se aprenden en los cursos que brindan las COMF
—creadas en 1990, por idea de Vilma Espín. |