El Frente de Izquierda expresó hoy su rechazo a la ratificación
en Francia del Pacto Fiscal Europeo y advirtió sobre las
consecuencias de ese tratado, que perpetúa las medidas de austeridad
y rigor presupuestario aplicadas en el continente, dio a conocer
Prensa Latina.
El Frente, que agrupa al Partido Comunista Francés (PCF), al
Partido de Izquierda y a otras organizaciones políticas, exigió al
gobierno convocar a un referendo y un debate público transparente
sobre ese acuerdo, aceptado por 25 de los 27 países de la Unión
Europea (UE) en marzo pasado.
Nada obliga a Francia a ratificar un tratado promovido por la
canciller federal alemana, Ángela Merkel, y el ex presidente Nicolás
Sarkozy, declaró en conferencia de prensa Pierre Laurent, secretario
nacional del PCF.
A pesar de que el actual mandatario, Francois Hollande, se había
comprometido a renegociarlo, el texto está intacto, dijo Laurent.
El pacto intergubernamental, cuyo nombre oficial es Tratado de
Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la UE, hace de la
disciplina presupuestaria un objetivo fundamental y obliga a los
firmantes a tener presupuestos equilibrados y mantenerse dentro de
estrictos límites de endeudamiento, so pena de sufrir sanciones.
Esta norma, conocida como regla de oro, deberá integrarse
obligatoriamente en las constituciones de cada uno de los Estados.
Para la izquierda francesa el tratado compromete la soberanía
nacional y se basa en las mismas medidas que han llevado a la región
a la crisis.
Martine Billard, copresidenta del Partido de Izquierda, se
refirió a las consecuencias que han traído las políticas de ajuste
en varios países, sobre todo en Grecia y en España.
Recordó que el gobierno español acaba de anunciar nuevos ajustes,
que incluyen aumentos de impuestos y reducciones de las prestaciones
sociales, para cumplir exigencias de la UE.
Si se acepta el Pacto Fiscal se estaría aceptando una austeridad
a perpetuidad, declaró, por su parte, Christian Picquet, miembro del
frente.
La agrupación expresó su rechazo al anuncio hecho hoy por el
gigante automovilístico PSG Peugeot Citro n de despedir a ocho mil
trabajadores en el país y cerrar una de sus plantas.
Estamos extremadamente golpeados. Nosotros esperábamos un plan
difícil, pero las cifras son alarmantes, dijo Laurent y llamó al
gobierno a intervenir para impedir los despidos forzosos.