PUERTO
PRÍNCIPE.— Una decena de organizaciones haitianas criticaron hoy la
falta de un plan goblal del gobierno para reubicar en lugares
seguros a los 400 mil damnificados que viven en carpas desde el
terremoto de enero de 2010.
La plataforma civil, que lanzó este miércoles la campaña
internacional Bajo las tiendas, para llamar la atención sobre la
situación de los refugiados, reclamó una acción urgente del
Ejecutivo y los donantes para resolver el problema de la vivienda en
el país.
La campaña pretende además identificar terrenos para
construcciones, edificar viviendas y coordinar planes de obra para
albergues sociales, anunciaron los organizadores.
A inicios de mes, la Organización Internacional para las
Migraciones (OIM) anunció que el número de personas en los
campamentos de damnificados descendió a 390 mil, aunque esto no
implica, dijo, una mejora en la situación de los refugiados.
De acuerdo con el reporte, actualmente viven en los campos 31 mil
haitianos menos que en mayo pasado, cuando la cifra superaba los 421
mil.
La dependencia de Naciones Unidas indicó que la reducción se debe
a una combinación de factores, entre ellos, desalojos forzosos,
partidas voluntarias y subsidios del gobierno.
Sin embargo, aseguró desconocer dónde se encuentra la mayoría de
los haitianos que partieron y si su situación es mejor que en los
campamentos.
"Sabemos que mucha gente se ha instalado en carpas en las laderas
de las montañas", añadió el vocero de esa organización, Leonard
Doyle.
Como total, la OIM estima que 73 por ciento del millón y medio de
haitianos contabilizados en los campos una semana después del sismo
han abandonado los refugios.
De los 1555 campamentos en julio de 2010, solo quedan 602,
mientras entre febrero y abril se cerraron 58 de ellos, indicó el
reporte.
De acuerdo con la Red Haitiana de Derechos Humanos las
condiciones de vida de los desplazados en los albergues de lona son
lamentables, pues abundan las violaciones, los gérmenes y las
amenazas de expulsión por parte de los dueños de los terrenos.
Datos de esa organización indican que en cada campo un promedio
de 112 personas se benefician de una sola letrina y solo 18 por
ciento de esos lugares cuentan con lavatorios de manos y cara.
En otros campamentos, la situación es peor, como en Petit-Goave
(sur), donde hay una letrina por cada 141 personas, una ducha por
cada 185 y no existe ningún dispensario o centro de salud, afirma la
institución civil.
Las cifras estiman además que solo 48 por ciento de los
desplazados accede al agua potable.
Las condiciones sanitarias también son críticas en el resto del
país, señala la ONU, pues casi dos años después del sismo las calles
siguen llenas de escombros, charcos y basura.
Pese a que Naciones Unidas anunció la limpieza de más de la mitad
de esos desperdicios, aún quedan por remover más de cinco millones
de metros cúbicos de ellos, una cantidad similar a la capacidad de
dos mil piscinas olímpicas, según datos oficiales.
Los escombros proceden de los más de 80 mil edificios destruidos
con el temblor del 12 de enero de 2010, que dejó 300 mil muertos.