LONDRES, 10 julio.— El Tribunal Superior de Londres desestimó hoy la
demanda de una asociación de vecinos contra el Ministerio de Defensa
por el emplazamiento en sus azoteas de misiles tierra-aire durante
la celebración de los Juegos Olímpicos.
El juez Haddon-Cave dictaminó que los residentes de la Torre Fred
Wigg en la capital británica, carecían de un caso defendible, pese a
los temores de los inquilinos de que el emplazamiento de misiles en
sus techos pueda convertir al edificio de 15 pisos en foco de
atención para ataques terroristas.
De ese modo, el inmueble se convirtió en uno de los seis sitios
de la urbe londinense, donde los cohetes serán desplegados para
proteger las sedes de la Olimpiada.
No obstante, el magistrado Haddon-Cave reconoció que las
preocupaciones de los vecinos "eran plenamente justificadas" y dijo
que los residentes habían expresado su "conmoción y angustia" ante
la perspectiva de los misiles apostados en la torre.
Según los inquilinos, la disposición viola los artículos 1 y 8
del Protocolo 1 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que
protege el derecho del individuo a la vida privada y al disfrute
pacífico de su casa.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa británico, considera que
aunque no existe ninguna amenaza creíble, el emplazamiento coheteril
constituye un acto "legítimo y proporcionado".
La medida es preventiva, confirmó el titular de Defensa, Philip
Hammond, al explicar que los sistemas de defensa tierra-aire
previstos proporcionarán tranquilidad durante la cita estival que se
celebrará aquí del 27 de julio al 12 de agosto.
Anunciado desde fines de 2011, el plan castrense incluye además
la movilización de un buque de combate en el río Támesis, cazas y
helicópteros de la Fuerza Aérea y una tropa de 13 mil 500 soldados.