Miles de campesinos paraguayos sin tierras otorgaron este jueves
apenas 24 horas al gobierno para que les entreguen mas de 15 mil
hectáreas, en manos de una empresa latifundista, en la zona de
Ñacunday, a unos 80 kilómetros de Ciudad del Este.
Los labriegos, en asamblea general, rechazaron una propuesta
oficial de esperar siete días para la adopción de una decisión,
debido a la negativa del empresario, acusado de haberse apropiado
ilegalmente de más de 30 mil hectáreas, y señalaron que procederán a
la ocupación de las tierras si no hay una solución, reporta Prensa
Latina.
La transmisión en directo por un canal de televisión de la tensa
situación existente mostró a más de mil 500 campesinos agrupados al
borde de la mencionada propiedad rural, en total desacuerdo con
algunos de sus dirigentes situados en la sede del Instituto de la
Tierra, que les trasladaron la petición gubernamental de una semana
de espera.
Los concentrados forman parte de cinco mil 700 familias que,
viviendo en carpas, presionan desde hace más de un año por recuperar
parte de las tierras en poder de la empresa, amparados por un laudo
oficial obtenido en el gobierno destituido de Fernando Lugo y el
cual admite sus derechos.
En realidad, la compañía señalada constituyó en el lugar un
Parque Nacional el cual explota, incluyendo en su extensión las más
de cinco mil hectáreas apropiadas ilegalmente y que son reclamadas
por los campesinos.
En ese tiempo, los labriegos instalaron hasta escuelas para sus
niños en las propias carpas donde viven y enfrentaron varios
intentos de desalojo que llevaron a la cárcel a su dirigente,
Victoriano López.
Aunque los actuales jefes del movimiento pidieron a sus
indignados compañeros, a través de la transmisión televisiva,
aceptar el plazo de siete días pedido por el gobierno, la asamblea
en pleno lo rechazó y aseguró marchara en 24 horas a ocupar las
tierras en conflicto.
El gobierno es nuestro enemigo, dijo al reportero del canal
televisivo uno de los dirigentes campesinos que permanece en el
lugar al frente de los manifestantes.
Por su parte, el ministro del Interior, Carmelo Caballero, quien
se pronuncio hace varios días por utilizar la fuerza si es necesaria
para terminar con las ocupaciones de tierra por los campesinos, se
negó a hacer declaraciones.