Arte y pensamiento en la Fiesta del Fuego

La voz que perfora la noche

PEDRO DE LA HOZ
pedro.hg@granma.cip.cu

SANTIAGO DE CUBA.— Los mitos y misterios del Caribe, encarnados en el país anfitrión, Cuba, y en el Invitado de Honor, Martinica, se hacen visibles en la Fiesta del Fuego 2012, de manera sustancial, mediante las obras de Alberto Lescay.

Foto: Yander ZamoraLescay en la galería de la Casa del Caribe.

El escultor y pintor santiaguero desplegó en la Casa del Caribe, en cuadros de concentrado rigor, los fulgores de los metales sagrados, los relámpagos nocturnos, el rumor de los bosques y el espíritu levantisco y dinámico de las mujeres y hombres de las islas, que se revelan en códigos más abstractos que figurativos.

Dentro de esta última línea, el espectador se satisface con el diálogo que el pintor establece entre Jesús Cos Cause, voz lírica esencial de Santiago y del Caribe, y Aime Cesaire, poeta mayor de Martinica y las Antillas.

Justamente la colección de obras de Lescay se completa con el aporte de su colega martiniqués Alain Dumbardon, quien trajo a la Casa del Caribe un busto de Cesaire.

No es casual que alguien haya recordado estos versos de la pieza mayúscula cesairiana, Cuaderno de retorno al país natal, ante las metáforas visuales de Lescay, incluida la recreación de la nganga, atributo que resume la fuerza y poder de los ancestros congos: "Y ahora estamos de pie mi país y yo, y la fuerza no está en nosotros, sino por encima de nosotros, en la voz que perfora la noche y el oído con la agudeza de una avispa apocalíptica".

FANON IMPRESCINDIBLE

La originalidad y la vigencia del pensamiento de otro entrañable martiniqués, Frantz Fanon, también iluminaron una de las jornadas de la Fiesta del Fuego, justo la que inauguró el coloquio internacional El Caribe que nos une, que sesiona en el teatro Heredia.

En un panel coordinado por Kenia Dorta, se escucharon intervenciones de los martiniqueses Victor Permal y Juan Claude Wiliams, de los cubanos Samuel Furé y Fernando Martínez Heredia y del puertorriqueño Agustín Lao Montes, quienes hicieron una relectura de las obras fundamentales de Fanon, sobre todo Piel negra y máscaras blancas y Los condenados de la tierra.

Para Martínez Heredia, Fanon debe asumirse como un pensador, emparentado con el Che Guevara, con argumentos que nutre el camino de las luchas por la emancipación en este siglo. Lao Montes recordó que el discurso crítico fanoniano encuentra resonancia en los movimientos antisistémicos de nuestros días.

 

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