El director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC)
Pascal Lamy, denunció que la ola de restricciones que vive el mundo
es ya inquietante al estimular el proteccionismo y desalentar la
liberalización del comercio, reportó prensa Latina.
En un informe sobre las medidas que limitan el intercambio de
productos y servicios, Lamy afirmó que una mayor apertura del
comercio podría contribuir a generar confianza en el sistema
multilateral de comercio.
Consideró necesario aumentar el comercio para estimular la
recuperación mundial y respaldar un crecimiento sostenible desde el
punto de vista fiscal, además de mayor cooperación mundial para
reconstruir una estructura comercial sólida y salir de la crisis
económica actual.
Explicó que en los últimos siete meses se han impuesto
restricciones comerciales, que no parecen luchar contra los efectos
de la crisis mundial, sino estimular la recuperación por medio de
planes industriales nacionales, lo cual en general es una cuestión a
más largo plazo.
Desde mediados de octubre de 2011 se registraron 182 medidas que
limitan o distorsionan el comercio, y que afectan aproximadamente al
0,9 por ciento de las importaciones mundiales.
El documento específica que se trata de correctivos, aumentos de
los aranceles, licencias de importación y controles aduaneros, lo
cual la OMC considera preocupante ya que siguen en vigor todas las
restricciones de antes de la crisis mundial, por ejemplo en la
agricultura.
El último informe sobre las medidas comerciales adoptadas por las
20 economías más avanzadas y emergentes (G20) representan en torno
al tres por ciento del comercio mundial de mercancías y casi el
cuatro por ciento del comercio de los países de ese bloque.
El director de la OMC llamó a los Gobiernos a resistirse a las
presiones proteccionistas y mantener los mercados abiertos e
impulsar la liberalización del comercio, al considerar que esas
políticas no resolverán los problemas de cada país y provocaría que
sus interlocutores comerciales les paguen con la misma moneda.
Recordó que aun prevalece un contexto mundial de incertidumbre y
la situación económica podría empeorar aún más ya que la
recuperación es débil y son altos los niveles de desempleo, por lo
que prevé que el comercio mundial vuelva a disminuir hasta el 3,7
por ciento en 2012.
Ese comportamiento, señaló, será muy por debajo de la media anual
de los 20 últimos años, que era del 5,4 por ciento.
Subrayó que la austeridad de los presupuestos públicos, la
elevada desocupación, la ralentización del crecimiento y la
inminencia de otra reducción de la apertura multilateral de los
mercados hacen que la amenaza de las presiones proteccionistas sea
aún mayor.