El presidente de Siria, Bashar al-Assad, afirmó que su país
rechaza cualquiera exigencia de solución a la crisis proveniente
desde el extranjero, independientemente, subrayó, de su contenido.
De acuerdo con Prensa Latina, Al-Assad expresó la posición siria
coincidiendo con la celebración hoy en Ginebra, Suiza, de una cumbre
internacional para buscar aproximaciones para la solución de la
crisis de violencia en este país, la cual es promovida por potencias
occidentales y monarquías del golfo Pérsico.
Nosotros, en Siria, no aceptamos ningún modelo que no sea sirio y
nacional, con independencia de que sea impuesto por las
superpotencias o propuestas por los países amigos, subrayó el
mandatario en una entrevista concedida al canal 4 de la televisión
iraní.
Nadie sabe cómo resolver el problema en Siria, así como lo
hacemos nosotros, como sirios, así que, cualquier modelo que venga
desde afuera es inaceptable, independientemente de su contenido,
puntualizó.
El país no habría podido resistir a la embestida foránea si no es
por la unidad del pueblo, el Gobierno y sus fuerzas armadas, agregó.
Al-Assad expresó el apoyo de Siria al plan de seis puntos del
enviado especial de la ONU, Kofi Annan, en su opinión una iniciativa
buena y que sigue siendo viable ahora y en el futuro, en particular
el artículo relacionado con el fin de la violencia.
Eso, añadió, significa el fin de la violencia, el cese de los
actos criminales de los grupos terroristas y la suspensión del apoyo
en dinero y armas por parte de los países que lo patrocinan.
Asimismo, destacó que algunos actores occidentales hacen
afirmaciones falsas al acusar a Damasco del fracaso de la iniciativa
Annan y justificar así la adopción por parte del Consejo de
Seguridad de la ONU de resoluciones contrarias a su país.
Advirtió que una agresión militar tendrá consecuencias para toda
la región, un problema, aseguró, que supera los cálculos de algunos
impulsores de esta medida.
El gobernante señaló que el conflicto existente entre el proyecto
de resistencia que rechaza la hegemonía, el cual comparte su país, y
el proyecto del Gran Oriente Medio con raíces en la política
colonialista.
Además abogó por una solución que cree un Medio Oriente sin
imposiciones externas, ni dictados, ocupación u hegemonía, y que
emane de las aspiraciones e intereses de los pueblos de la región.
Criticó a los países que incitan el conflicto en Siria
suministrando ayuda a las bandas armadas para cometer actos
terroristas y acentuó que los que están matando a la gente de Siria
son una mezcla de bandidos y extremistas religiosos, cuyos números
no son muy grandes, pero son peligrosos.
La red Al Qaeda, creada por Estados Unidos, está presente en
Siria y un número de personas que pertenecen a esta organización
fueron arrestadas y confesaron los crímenes que cometen, indicó Al-Assad.
Rechazó asimismo la clonación de proyectos aplicados en otros
países, como Libia, que solo hacen pagar un alto precio a los
pueblos al crear escenarios peores a los existentes.
El presidente sirio encomió las posiciones objetivas de algunos
países a nivel internacional, como China y Rusia, países de la
región, como Irán y otros países en el mundo, que defienden la
estabilidad de la región, pues Siria es un país importante y su
estabilidad afecta a la región y el mundo.