CARACAS, 17 junio.— La firma de 54 instrumentos legales para
impulsar el desarrollo económico y el bienestar social es el
resultado de la Ley Habilitante, una potestad otorgada al presidente
venezolano, Hugo Chávez, que vence hoy aquí.
En diciembre de 2010, el Parlamento de la nación suramericana
aprobó ese poder especial para que el mandatario contara con mayor
capacidad de acción, en principio, ante las lluvias de finales de
ese año e inicios del siguiente, una de las peores emergencias
climáticas.
Por esa vía, el Jefe de Estado sancionó normativas como la Ley de
la Gran Misión Vivienda Venezuela, un programa que construyó desde
abril de 2011 más de 200 mil casas y pretende eliminar en los
próximos seis años el déficit habitacional de este país.
Además, figura la legislación sobre la Misión en Amor Mayor y la
de Hijos de Venezuela, que busca combatir la pobreza extrema
mediante asignaciones económicas a adultos mayores en tal situación
y a familias con ingresos inferiores al salario mínimo,
respectivamente.
El Ejecutivo también echó a andar la Ley para la Superintendencia
de Costos y Precios Justos, destinada a regular el costo de los
productos y arrancar de raíz las causas de la inflación, considerada
una de las mayores preocupaciones de los venezolanos.
La Habilitante permitió, asimismo, la promulgación el 30 de abril
último, de una nueva normativa laboral, que -a juicio de políticos y
trabajadores- devuelve los derechos arrebatados a esa clase por
administraciones precedentes.
En coincidencia con el fin del período hábil para la rúbrica de
ese tipo de textos, el gobernante sancionó el viernes pasado un
total de 11 normativas, entre ellas, una que convierte en Ley la
Gran Misión Saber y Trabajo.
Ese proyecto busca disminuir el desempleo, el subempleo e
impulsar la economía, mediante la creación de puestos de trabajo en
sectores productivos del país y el giro hacia un modelo que
sustituya el de la renta petrolera.
Con ese último grupo de instrumentos, caen por tierra las
matrices de opinión de la derecha venezolana, que decían que esta
facultad dada al mandatario serviría para asumir medidas
dictatoriales y perpetuarse en el poder, sostuvo el vicepresidente
ejecutivo, Elías Jaua.
Estas leyes son para el pueblo, la vida y el desarrollo
productivo de la nación , subrayó.
Las reacciones de la oposición no se hicieron esperar y apenas 24
horas más tarde la llamada Mesa de la Unidad Democrática, cuyo
candidato Henrique Capriles es aventajado ampliamente por Chávez en
las encuestas, emitió un comunicado que arremete contra esos nuevos
instrumentos.
Para la organización política, la Ley de la gestión comunitaria,
de servicios y competencia, por ejemplo, quiere a todas luces
profundizar la arremetida contra el sistema constitucional que
organiza al país en Estados y Municipios.
Sin embargo, Jaua había destacado el mismo viernes que esa
legislación da respuesta al artículo 184 de la propia Carta Magna,
que instruye a gobernaciones y alcaldías la transferencia a las
comunidades y grupos vecinales organizados, de los servicios que
estos gestionen.
El pueblo venezolano sabe que cuando el Presidente legisla, es
con el fin de darle instrumentos para la vida, enfatizó.