QUITO, 14 junio.— La secretaria general adjunta de Naciones
Unidas y directora ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet,
aseguró hoy en Quito que "la pobreza en América Latina tiene cara de
mujer y de niño", pese a los avances en equidad de género que se han
registrado en varios países de la región.
En una rueda de prensa, tras reunirse con el presidente
ecuatoriano, Rafael Correa, Bachelet expresó como las
investigaciones determinan que las mujeres destinan casi el 90 % del
ingreso que reciben a la salud, la educación y la alimentación de
sus familias, lo que genera un círculo virtuoso en su entorno.
Sobre el tema de la violencia de género remarcó que ese es un
problema "absolutamente mundial" y es una de las violaciones a los
derechos humanos "más importante" y extendida en las sociedades, que
llega incluso al femicidio y a la trata de adolescentes.
Al respecto indicó que desde ONU Mujeres se lleva adelante una
campaña permanente que la sintetizó en tres aspectos: "Prevención,
protección y provisión de servicios".
La creación de comisarías especiales, la capacitación de las
policías en temas de género y las casas de acogida que se
implementan en algunos países parten de esa línea, comentó.
Sin embargo, subrayó que no sólo las leyes y la labor de
prevención y protección son necesarias para combatir este problema,
sino, sobre todo, la provisión de servicios como la asistencia en
salud física y mental de víctimas de abusos.
Para ella, mientras más pronto se ayude a las familias y a los
niños "a compensar las desigualdades de cuna, entendidas como las
oportunidades (...) van a ser adultos con mucho más desarrollo, en
todo sentido, no sólo intelectual, sino también emocional y social".
Esa es una base para combatir de forma estructural la violencia
de género, remarcó Bachelet, que es médica pediatra de profesión.
Finalmente, destacó la labor que ha ejecutado el Gobierno
ecuatoriano y dijo que en la Constitución de este Estado se
registran avances significativos en pro de los derechos de la mujer.
También recordó que Ecuador y México son los únicos países de
Latinoamérica que han elaborado estadísticas de violencia de género,
a las que calificó de "herramientas" fundamentales para combatir la
violencia y la desigualdad de género.
En el caso del estudio hecho en Ecuador, recordó que el 60 % de
las mujeres ecuatorianas encuestadas aceptó ser víctima de algún
tipo de maltrato, pero dijo que esa estadística ha sido utilizada
como un insumo para elaborar programas encaminados a combatir ese
fenómeno.
No obstante, insistió en que ningún país en el mundo ha alcanzado
la máxima calificación en relación a la equidad de género y que,
incluso, en naciones consideradas desarrolladas en materia de
derechos, como las escandinavas, aún subsiste la desigualdad
salarial o casos de violencia contra las mujeres.