WASHINGTON, 15 de junio.— La campaña electoral en Estados Unidos
está plagada de donaciones secretas que sobrepasan los cálculos de
analistas sobre el excesivo poder del dinero en la política
nacional.
Los estadounidenses nunca sabrán la verdad al respecto, porque
solo los partidos conocen a ciencia cierta de dónde proviene la
mayoría de los aportes, señaló hoy un comentario del periódico The
Washington Post, al resaltar el daño que esto ocasiona a la
democracia del país.
Según el diario, quienes argumentan que el uso excesivo de los
medios de difusión es una muestra de la libertad de expresión,
tendrán que explicar cómo es posible que algunas fuerzas políticas
puedan comprar más tiempo de transmisión y establecer los términos
del debate, refiere PL.
The Washington Post citó a los magnates petroleros de Texas, los
ejecutivos de Wall Street y a los dueños de grandes casinos en Las
Vegas como los principales contribuyentes, cuyos fondos son
mayormente para el Partido Republicano.