BAGDAD, 13 Junio.— Al menos 65 personas, la mayoría de ellas
peregrinos chiitas que se disponían a celebrar el aniversario de la
muerte de un imán, fallecieron este miércoles en Irak, en una ola de
sangrientos atentados con bomba que dejaron además un saldo de 250
heridos.
En total, al menos 42 ataques sembraron la desolación en Bagdad,
Hilla, Kerbala, Azizia, Balad, Baquba (centro del país) y Kirkuk y
Mosul (norte). De esos atentados, 18 fueron cometidos con coches
bomba, 18 con otro tipo de bombas y seis a mano armada.
Son los ataques más sangrientos desde que el 5 de enero una serie
de atentados antichiitas en Bagdad y Nasiriya (sur) causaron la
muerte de 68 personas.
El atentado más mortífero tuvo lugar en la ciudad de Hilla, en el
centro de Irak, a 95 km de Bagdad, donde la explosión de dos coches
bomba causó la muerte de 20 personas y dejó 51 heridos.
En Bagdad, donde se registraron diez atentados, tres de ellos con
coche bomba, hubo por lo menos 28 muertos y 53 heridos, según
fuentes médicas.
El gobierno anunció que el jueves no será un día laborable en la
administración pública de la provincia de Bagdad para "facilitar el
trabajo de las fuerzas de seguridad y el movimiento de peregrinos".
Los militantes extremistas sunitas, que consideran herejes a los
peregrinos chiitas, multiplicaron en el pasado los ataques contra
ellos, sobre todo en las fiestas religiosas que siempre son
multitudinarias.
El primer ministro Nuri al Maliki advirtió de las "consecuencias
negativas que las diferencias políticas están acarreando en el
ámbito de la seguridad".
Las representaciones de la ONU y Estados Unidos en el país
condenaron estos atentados, al igual que el presidente del
Parlamento iraquí, Osama al Nuyaifi, que lo calificó de intento "de
provocar un conflicto entre diferentes confesiones religiosas".
Esta serie de atentados coincide con la preparación en Bagdad de
la conmemoración del aniversario de la muerte de Musa al Kazem, el
séptimo de los doce imanes venerados por los chiitas duodecimanos,
mayoritarios en esta rama del Islal aniversario de su muerte, que
este año se conmemora el 18 de junio, genera todos los años
importantes manifestaciones con decenas de miles de personas.
Uno de los atentados destruyó un minibús que transportaba
peregrinos hacia el mausoleo. Al menos cuatro personas murieron y
otras tres resultados heridas de gravedad en la explosión de la
bomba, que dejó un cráter de dos metros de profundidad.
"Todo el mundo estaba durmiendo. No podía ver a dos metros de
distancia debido al polvo y el humo. Ayudé a sacar tres cuerpos, dos
niños y una anciana", contaba Abdel Zahra Abdel Sada, de 57 años.
También estallaron coches bomba en el barrio chiita de Nahrawan,
en la periferia sur de Bagdad, y en Karrada, una zona mixta en el
centro de la capital, donde se llevaba a cabo una ceremonia chiita.
En Baquba (60 km al norte de Bagdad), capital de la provincia de
Diyala (centro), al menos 10 personas murieron y otras 49 resultaron
heridas en la explosión de 10 bombas en diferentes lugares de la
ciudad.
En una localidad cercana de Baquba, un padre de familia murió en
un ataque armado y cuatro policías resultaron heridos por la
explosión de un coche bomba, indicaron fuentes de seguridad y
médicas.
Además, dos personas murieron en la explosión de tres coches
bomba en la ciudad petrolera de Kirkuk, donde un periodista de la
AFP, Marwan Ibrahim, que cubría los atentados, resultó gravemente
herido, indicaron fuentes médicas.
El último ataque de envergadura en Bagdad se remonta al 4 de
junio pasado, cuando un atentado suicida contra la sede de una
fundación religiosa dejó un saldo de 25 muertos. El ataque había
sido reivindicado por el Estado Islámico en Irak, un grupo afiliado
a Al Qaida.
La violencia disminuyó en Irak en los últimos años pero siguen
registrándose atentados y muertes a diario. Sólo en mayo 132
personas perdieron la vida violentamente, según estadísticas
oficiales.