LAS TUNAS.— Cuando apenas faltan dos semanas para que despegue la
edición número 45 de la Jornada Cucalambeana, (27 de junio al 1 de
julio), todo indica que ese: el mayor guateque de la cultura
campesina en Cuba, puede superar con creces las limitaciones e
insatisfacciones de los últimos años, rescatar opciones de probado
arraigo que, inexplicablemente, fenecieron en los programas del
evento e incluso insertar nuevos espacios, a tono con expectativas
aptas para todas las edades.
Tal impresión dejó el intercambio que tuvieron miembros de la
comisión organizadora con la prensa local y nacional acreditada en
el territorio: la misma que un año atrás afinó teclas, micrófonos y
lentes a favor de la salud y del vigor que a cuatro décadas y media
debe signar a ese importantísimo suceso cultural cubano.
Válida es la intención de convertir los cinco días de fiesta en
un reflejo lo más fiel posible de cuanto identifica realmente a la
cultura material y espiritual campesina en toda Cuba, así como en
expresión bien sedimentada de los valores que afloraron en 173
Cucalambeanas tuneras de base y en las ediciones municipales: fuente
que aportará esta vez casi un centenar de unidades artísticas para
la magna cita.
Haber pensado un poco más, con los mismos o tal vez menos
recursos, presagia el retorno de los juegos campesinos al siempre
acogedor escenario de El Cornito, la extensión de la literatura
(presentación y venta) a casi todas las actividades, la inserción
mejor concebida del arte culinario rural, el lugar que siempre
debieron ocupar las plantas medicinales por sus indiscutibles raíces
de pueblo, el regreso del humorístico Palante para hacer reír y
reflexionar tras ausentarse por más de dos décadas, el enfoque por
vez primera aquí de la imbricación del legado africano con la
riqueza cultural del campo.
Novedades así y una concepción más integral de espectáculos,
galas, competencias y otros espacios, empiezan a repercutir entre
jóvenes y legendarias figuras asociadas a la décima, las artes
plásticas, la literatura, la cerámica y otras manifestaciones,
quienes han confirmado su intención de asistir y de honrar por todo
lo alto los 45 años de La jornada Cucalambeana, igual aniversario
del Conjunto Original Cucalambé, medio siglo del programa Palmas y
Cañas, los 90 calendarios del Indio Naborí y el cumpleaños 183 de
Juan Cristóbal Nápoles Fajardo.
Expectativas despierta también la cita de este año entre
representantes de México, Chile, Argentina, Colombia, Venezuela,
Italia y Alemania, en tanto habrá que lamentar la ausencia de una
delegación norteamericana integrada por 25 niños y adolescentes, a
quienes el gobierno de ese país no autorizó a viajar, aun cuando ya
habían confirmado asistencia y acaparaban sensible interés dentro
del programa general.