Nuevas conductoras para el agua en Las Tunas

Pastor Batista Valdés

Foto del autorLAS TUNAS.— Llama la atención últimamente entre los habitantes de esta ciudad, la notable actividad que tiene lugar en torno a conductoras que son determinantes en el abasto de agua, tanto a la población como al sector estatal.

Fundamentalmente, el ajetreo es visto con muy buenos ojos por la mayoría de quienes han sufrido durante años irregularidades e insuficiencias en el suministro de ese recurso vital para la salud y para la vida.

Unos 28 kilómetros concibe el plan de rehabilitación, siete de ellos en conductoras de abasto directo a la ciudad y el resto en redes de menor diámetro, pero decisivas también para asegurar el servicio.

Según explica el ingeniero hidráulico Oscar Carralero Suárez, director de la Unidad Empresarial de Base Las Tunas, tramos como el que se ejecuta en la avenida Finlay (1 930 metros, 630 milímetros de diámetro) deben beneficiar directamente a toda la cabecera provincial, incluidas las numerosas instalaciones del complejo de la salud, si se tiene en cuenta que esa obra sustituye a una vieja y deteriorada tubería con muchas fugas del líquido.

Precisamente ese es uno de los principales problemas que afectan a las redes y conductoras de esta ciudad, por donde en muchos casos se escapan volúmenes de hasta el 50 % del agua que fluye por ellas.

Entre inversionistas, ejecutores y vecinos prevalece el optimismo frente a los más de 600 metros de tubería que hoy se instalan desde la Circunvalación Sur hasta la calle Juan Ramón Ochoa (con 400 mm de diámetro), con perspectiva de montar otros 970 metros con igual capacidad en el reparto de La Loma. El llamado "expreso Aguilera", con más de dos kilómetros de 315 mm, también avanza a buen ritmo.

Tales proyectos se insertan en un oportuno programa que remonta los 4,6 millones de pesos, en obras con alto valor social y económico, al estilo de las que pronto llevarán agua hasta el legendario poblado de Bartle o hacia la cabecera municipal de Manatí.

Tal y como se ha reiterado en otras oportunidades, no basta con que las tres brigadas de la empresa de mantenimiento y rehabilitación de obras hidráulicas Cuito Cuanavale realicen su labor al pie de la letra, con calidad y eficiencia. Se imponen también mayor preocupación y ocupación por parte del sector residencial y de algunas entidades estatales, cuyos herrajes y sistemas no siempre garantizan un uso óptimo del agua y propician que se dilapiden millones.

 

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