El secretario de Estado británico para Latinoamérica, Jeremy
Browne, defendió hoy el derecho a la autodeterminación de los
malvinenses en un episodio que reaviva las tensiones en torno a ese
territorio suratlántico reclamado por Argentina.
Hemos sido inequívocos y claros en que los isleños son libres de
determinar su propio destino, insistió el político europeo, quien
visitará el disputado archipiélago para participar el 14 de junio en
los actos por el fin del conflicto por las islas que enfrentó en
1982 a Londres y Buenos Aires.
El argumento de la autodeterminación malvinense es duramente
criticado por Argentina, pues los llamados kelpers descienden de los
británicos afincados en las islas, como fieles súbditos de esa
monarquía europea, tras expulsar por la fuerza en 1833 a los
anteriores pobladores, de origen argentino.
La visita del funcionario británico resulta toda una provocación
para Buenos Aires, ya que la Guerra de las Malvinas es un tema
sensible que dejó una profunda huella en la conciencia nacional del
pueblo argentino.
Pese a ello, el secretario de Estado consideró a Argentina como
el país que ha actuado de "manera dominante" hacia las islas, en
referencia a la prohibición de que los barcos con bandera malvinense
pudieran atracar en puertos latinoamericanos.
Sin embargo, es Reino Unido, quien ha rechazado históricamente la
posibilidad de conversar sobre la situación de Malvinas, en tanto ha
violado unas 40 resoluciones de la ONU, destinadas al diálogo
cordial en la búsqueda de una solución diplomática al litigio con la
nación austral.
Pese a desestimar recientemente a Argentina como una amenaza
militar, el Gobierno británico cuadruplicó su poderío naval en el
Atlántico Sur con el envío de uno de sus buques más modernos, el
destructor HMS Dauntless, equipado con misiles antiaéreos de alta
tecnología Sea Viper.
A tres décadas de la confrontación bélica que costó la vida a 649
argentinos y 255 británicos, Londres mantiene unos mil 700 soldados
estacionados en el archipiélago suratlántico, cuya población apenas
rebasa los tres mil habitantes, reportó Prensa Latina.