Tropas israelíes destruyeron hoy seis pozos de agua en la norteña
ciudad de Jenín y confiscaron tanques con el vital líquido usados
por palestinos residentes en el ocupado Valle del Jordán,
denunciaron hoy los afectados.
La devastación de las seis fuentes de agua en Jenín se produjo
horas después de que el gobierno de Benjamín Netanyahu autorizó la
construcción de 851 nuevas viviendas para colonos judíos en varios
asentamientos de Cisjordania, apuntaron las fuentes.
Autoridades palestinas en la Ribera Occidental explicaron que los
militares sionistas a bordo de 10 vehículos protegieron a operarios
de los buldózers que derribaron dos pozos artesanales en la
intercepción con la aldea de Beit Qad, situada al oriente de la
mencionada ciudad.
Esos depósitos acuíferos eran utilizados para irrigar docenas de
hectáreas de terrenos agrícolas en Beit Qad, al igual que los otros
cuatro derribados en la aldea de Deir Abu Daif, también en Jenin.
Según la agencia noticiosa WAFA, el gobernador de esa urbe, Talal
Dweikat, describió esas medidas como parte de una política israelí
para forzar a los palestinos a abandonar sus tierras y facilitar la
expansión de asentamientos en localidades de la ocupada Cisjordania.
Fuerzas israelíes también confiscaron hoy un camión cisterna
usado para distribuir agua potable en el Valle del Jordán de la
usurpada Ribera Occidental, e impuso a su propietario una multa de
450 dólares.
El jefe del consejo gubernamental de la aldea de Wadi Al-Maleh,
Aref Daraghme, explicó que los uniformados interceptaron el vehículo
cuando se dirigía a suministrar el líquido en un área rural, y lo
mantienen retenido en una base del Ejército.
Daraghme recordó que los residentes en esa zona remota dependen
de camiones cisternas para acceder diariamente al agua potable, dado
que Tel Aviv prohíbe proyectos de desarrollo allí para obligarlos a
emigrar en beneficio de la política de judaización condenada por la
ONU.
El ministro israelí de Vivienda y Construcción, Ariel Atias,
anunció anoche que edificará 851 casas para colonos en los
asentamientos de Ariel, Ma'aleh Adumim, Adam, Efrat y Kiryat Arba,
adicionales a las 300 ya autorizadas en el de Beit El.
La medida se conoció después de que el parlamento rechazó
legalizar apartamentos construidos en terrenos privados propiedad de
palestinos en Ulpana, un barrio que Israel considera ilegal por
estar fuera de las colonias, las que la comunidad internacional
también tilda de ilícitas.
La persistente ampliación por Tel Aviv de asentamientos en
Cisjordania y Jerusalén Este, ocupados hace justo 45 años, es el
mayor escollo para reanudar las conversaciones directas de paz con
la Autoridad Nacional Palestina, reportó Prensa Latina.