La misión de observadores de la ONU proseguirá hoy sus labores
para verificar el cese de la violencia en Siria, pese a aprestos de
países occidentales encaminados a enterrar la iniciativa del enviado
Kofi Annan.
El grupo visitó este miércoles la ciudad de Kutteifeh y el
poblado de Rheibeh en la provincia de Damasco-campo, donde se
reunieron con los vecinos de ambas zonas para escuchar informes de
la situación de violencia en el área.
También una delegación de observadores internacionales visitó la
escuela de al-Banin, en Jedaydet Artouz, en la misma provincia,
donde la víspera la explosión de una bomba mató a un general de
brigada y a otros dos efectivos militares.
Mientras medios de prensa occidentales, afincados en el exterior,
informan sobre la muerte de varias personas en la aldea de Al Qubeir,
en la provincia central de Hama, a 209 kilómetros al norte de
Damasco, algo que no se ha podido verificar, advirtió Prensa Latina.
Citando a Comités de Coordinación Local y Comisión General de la
Revolución, los medios aseguran que esta es una nueva masacre
presuntamente perpetrada por las fuerzas del gobierno del presidente
Bashar al-Assad.
Al respecto, las autoridades en Damasco desmintieron los informes
que le atribuyen haber masacrado a cerca de un centenar de personas,
tal como acusan grupos armados sirios.
Como es costumbre, este hecho, cuya autoría es atribuida al
gobierno, ocurre en medio de una ofensiva de naciones occidentales y
árabes para enterrar el plan de Annan para una solución política a
la crisis, y una reunión que tendrá este jueves la Asamblea General
de la ONU.
Desde hace varios días planea en varias capitales europeas y en
Washington la idea de enterrar la actual iniciativa e impulsar otro
tipo de acciones, incluido la aplicación del capitulo VII de la
Carta de la ONU, bajo cuya sombrilla se justificaría una agresión
armada contra Siria.