Revolución y juventud no se conciben separadas, como tampoco
Revolución y cultura, aseguró ayer Esteban Lazo, miembro del Buró
Político del Partido, en el V Pleno del Comité Nacional de la Unión
de Jóvenes Comunistas.
Con sede en la Escuela Nacional de la UJC Julio Antonio Mella, la
reunión centró debates y reflexiones en la presencia y ejecutoría de
la juventud en la política cultural de la Revolución Cubana y cuánto
más precisa de su energía creadora y compromiso con la defensa de la
identidad, el patrimonio y la nación misma.
Lazo, también vicepresidente del Consejo de Estado, enfatizó en
que de ideas es la guerra mayor que el enemigo impone a Cuba y que
la subversión ideológica elegida como táctica para destruir la
Revolución exige más que nunca de cada patriota y, ante todo, de
cada militante y cuadro, dedicar tiempo a pensar.
Destacó que no solo la obra del último medio siglo en nuestro
país, sino este mundo plagado de crisis, guerras y barbarie, ofrecen
sobrados argumentos para defender la Revolución, para preservar la
unidad del pueblo y continuar adelante, con la cultura como arma y
escudo y la fuerza invencible de la moral, la justicia y las ideas.
En su análisis, los 130 miembros del máximo órgano de dirección
de la UJC entre congresos no pasaron por alto esa avalancha
mediática y pseudocultural, que trata de imponer al mundo, como
único, el modelo neoliberal y consumista, y borrar cualquier atisbo
de pensamiento crítico y liberador.
Coincidieron en que de la influencia real de tanta frivolidad y
bazofia, que distorsiona esencias y valores, nadie escapa, de ahí la
necesidad de trabajar de manera coherente y sistemática en la
educación estética, en la formación del gusto y de un ciudadano
culto, atento y conocedor de la realidad, capaz de discernir.
No pocas intervenciones apuntaron a la imprescindible atención de
la UJC al universo juvenil del sector cultural, con énfasis en la
enseñanza artística, la Asociación Hermanos Saíz, la Brigada de
Instructores de Arte José Martí y el movimiento de aficionados
dentro de las organizaciones estudiantiles y de pioneros.
Abel Prieto, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de
Ministros, consideró esencial la contribución de la Asociación
Hermanos Saíz y la Brigada José Martí a la masiva aplicación de ese
"antídoto" contra la oleada globalizadora que desmantela el "aparato
de pensar" que es la capacidad crítica del individuo.
Es muchísimo lo que pueden hacer en la comunidad, en la escuela,
en todos los escenarios posibles, esa vanguardia artística e
intelectual juvenil, organizada y revolucionaria, que es la AHS, y
ese ejército por la cultura y el humanismo, concebido por Fidel al
fundar las escuelas de instructores de arte, señaló. (AIN)