El presidente Vladimir Putin iniciará mañana una visita a China a
solo un mes de su regreso al Kremlin, considerada nueva muestra de
la prioridad que ambos países conceden a sus relaciones bilaterales,
destacó Prensa Latina.
La ampliación de los vínculos será el tema central de su programa
en esta capital, previo a la participación en la duodécima cumbre de
la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS).
EL referido objetivo se cumplirá con la firma de un comunicado
conjunto sobre estos nexos y acuerdos económicos.
Los nuevos documentos aportarán a la consolidación de lazos que
responden a una asociación estratégica integral de coordinación
basada en la igualdad, confianza y apoyo mutuos, la cual comenzó a
cobrar fuerza durante el primer mandato de Putin.
Desde entonces los avances de los vínculos en todos los campos
son continuos y las declaraciones del canciller Serguei Lavrov en
ocasión de esta visita ilustran esa realidad: las relaciones entre
Rusia y China han alcanzado niveles sin precedentes.
Cabe recordar que el viceprimer ministro Li Keqiang estuvo en el
vecino país a finales de abril pasado, cuando se firmaron contratos
comerciales por valor de 15 mil millones de dólares.
La cifra aportará un intercambio de bienes y servicios que en
2011 se elevó a 80 mil millones de dólares, indicador de los
crecientes vínculos económicos que tienen en la cooperación
energética uno de sus principales componentes.
El propósito es llevar el comercio bilateral a 100 mil millones
de dólares para 2015 y a 200 mil millones de dólares en 2020, según
se informó oficialmente.
La visita del mandatario ruso tiene como otro antecedente
importante la coincidencia expresada por los viceprimeros ministros
Wang Qishan y Arkady Dvorkovich respecto al desarrollo de la
cooperación energética en la octava ronda del comité de negociadores
para el sector.
En esa reunión, realizada aquí la semana pasada, ambas partes se
comprometieron a ampliar la colaboración en gas natural, petróleo,
energía nuclear y carbón.
Además de los encuentros de alto nivel, estas relaciones se
apoyan en los contactos entre los dos pueblos, apreciables en el
flujo de turistas hacia uno y otro destino, que en 2011 se estimó
tres millones 300 mil.
En 2012 se celebra el Año del Turismo de Rusia, inaugurado en
Beijing el 23 de marzo por los vicejefes de gobierno Wang Qishan y
Vladislav Surkov. La iniciativa, que prevé alrededor de 200
actividades, será reciprocada en 2013.
Pero la consolidación de estos nexos trasciende el plano
bilateral al compartir China y Rusia posiciones comunes en foros
internacionales como la ONU, donde coinciden, entre otros temas, en
la necesidad de encontrar una solución pacífica la crisis siria pero
sin una intervención extranjera.
Ambos pertenecen además a los grupos de los 20 y Brics, en ese
último junto con Brasil, India y Suráfrica, en los cuales defienden,
entre otras posturas, una reforma del sistema financiero global, y a
la OCS, integrada también por Kazajstán, Kirguistán,Tayikistán
Uzbekistán.
Beijing y Moscú sumarán nuevos contenidos a sus vínculos mediante
las decisiones de la cumbre de dos días que esa organización
regional efectuará en esta capital a partir del miércoles y cuyo
objetivo básico en mejorar la cooperación entre los estados
miembros.
La cita aprobará un plan sobre la estrategia de desarrollo de
mediano plazo de la OCS, fundada en junio de 2001, y la cual, en
opinión del vicecanciller Cheng Guoping, ha evolucionado de combatir
el terrorismo, separatismo y extremismo hacia una cooperación amplia
entre sus integrantes.
Todo ello explica el criterio expresado por el vicepresidente Xi
Jinping al recibir al viceprimer ministro Dmitri Rogozin a finales
de abril pasado, cuando afirmó que las relaciones entre China y
Rusia figuran entre los nexos bilaterales más importantes en el
mundo.