DAMASCO, 3
de junio.— El presidente de Siria, Bashar al-Assad, afirmó hoy que
la seguridad nacional es una línea roja y su gobierno no tolerará
que alguien trate de traspasar ese punto.
El gobernante, al hablar ante la Asamblea del Pueblo, señaló que
el país enfrenta circunstancias sensibles que necesitan de todos los
sirios ser más valientes, fuertes y más responsables.
Subrayó que Siria lucha contra una campaña exterior con pasos
concretos como las reformas y la construcción de una gran fortaleza
frente a las ambiciones regionales e internacionales.
Al-Assad precisó que la realización de las elecciones populares a
la Asamblea del Pueblo, en la fecha prevista, fue una bofetada a los
que querían que Siria cerrara sus puertas a las reformas y se
ahogara en la sangre de su pueblo.
El Presidente señaló que los enemigos internacionales del pueblo
sirio se quitaron la mascara y que el colonialismo no ha cambiado,
pero sus métodos y las caras están cambiando y el rol regional de
algunos enemigos es evidente.
Destacó que pese a los avances del proceso político y las
reformas, el terrorismo está aumentando.
Alertó que no distinguir entre proceso político y el terrorismo
es un grave error que otorga legitimidad a ese flagelo. Es
necesario, puntualizó, distinguir entre el proceso político y el
terrorismo para alcanzar una solución a la crisis.
Dijo que el país se enfrenta a una verdadera guerra y que
cualquier proceso político debe basarse en un estado popular pues,
en caso contrario, no tendría valor alguno.
Subrayó el apego de su gobierno a las exigencias populares,
independientemente de la crisis y aseguró que Siria está abierta a
todo el que quiera una reforma real y un diálogo honesto.
El gobernante indicó que no hay justificación para el terrorismo
bajo ningún pretexto y dijo que no habrá tolerancia para él o los
que lo apoyan, a menos que se den por vencidos. La diferencia de
puntos de vista, añadió, es una riqueza, pero las diferencias sobre
la patria significan la destrucción.
Elogió, además, el papel de las Fuerzas Armadas y acentuó que
ninguna institución podría haber sido capaz de hacer los sacrificios
que han hecho sin la existencia de la fe que dirige a sus miembros
por la senda correcta.