A 10 ascendió este sábado la cifra de muertos en la norteña
ciudad de Trípoli por enfrentamientos entre defensores y críticos
del gobierno sirio, una tensión que amenaza con propagar al Líbano
el conflicto del vecino país.
Testigos y fuentes de seguridad en la localidad portuaria
indicaron que entre las víctimas fatales hay una mujer y su hijo
alcanzados por un cohete que impactó en el barrio de Bab Al-Tebbaneh,
habitado por una mayoría sunnita afín a la oposición contra Bashar
Al-Assad.
Los combates callejeros también provocaron fallecidos en el
vecindario contiguo de Jabal Mohsen, donde residen básicamente
musulmanes alawitas, una secta del Islam chiita a la que también
pertenece el presidente sirio, refirió Prensa Latina.
Un parte de hospitales de la ciudad indicó que las reyertas
dejaron un saldo de 31 heridos en ambos bandos como consecuencia de
tiroteos con ametralladoras, fusiles de asalto y lanzacohetes desde
la pasada madrugada hasta entrada la noche de hoy.
Numerosos vecinos de las dos barriadas abandonaron sus hogares
por temor a que se recrudezcan los choques armados, pese a que el
gobierno ordenó el despliegue de soldados del Ejército nacional y
policías.
Según declaró al canal televisivo Al-Jadeed el ministro de
Juventud y Deportes, Faisal Karami, el primer ministro Najib Mikati
pidió a la policía arrestar a todos los responsables de quebrantar
la seguridad en Trípoli, y podría convocar una sesión del Consejo
Supremo de Defensa.
Hace menos de un mes, fricciones por la posición respecto al
contencioso sirio desataron combates que causaron alrededor de 11
muertos en Trípoli y Beirut, además de unos 70 lesionados.
La agrupación islamista Al-Jamaa Al-Islamiya en Trípoli urgió al
gobierno libanés a tomar medidas de seguridad severas para proteger
a civiles de las escaramuzas y reclamó que las fuerzas armadas
aumenten su presencia en Qobba, Bab Al-Tebbaneh y Jabal Mohsen.
Esos núcleos urbanos han sido escenario de frecuentes
desencuentros entre sunnitas y alawitas, reflejo de la polarización
política en este país, donde la oposición pro-occidental apoya a los
alzados contra Al-Assad, y la coalición gobernante liderada por
Hizbulah, a Damasco. El recrudecimiento de la situación en el Líbano
coincidió con la alerta hecha hoy desde Doha por el enviado especial
de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, durante una
reunión de urgencia del comité ministerial de la organización
panárabe para aquel país.
Para el diplomático ghanés, el espectro de una guerra total con
una preocupante dimensión sectaria crece día a día y los efectos de
la crisis (siria) comenzaron a filtrarse a países vecinos.