LA PAZ, 27 mayo.— Bolivia aprovechará la 42 Asamblea General de
la organización de Estados Americanos (OEA), prevista del 3 al 5 de
junio próximo en Cochabamba, para reclamar una salida soberana al
mar, aseguró hoy el canciller de esta nación suramericana, David
Choquehuanca.
El ministro de Relaciones Exteriores boliviano adelantó una
fervorosa defensa de la reivindicación marítima, la cual consideró
un derecho legítimo e histórico de su país.
"Nosotros vamos a estar con toda la fuerza y el fervor patriótico
para reclamar el derecho legítimo e histórico que asiste a Bolivia",
aseguró Choquehuanca, según declaraciones que recoge el rotativo
Página Siete.
Los pronunciamientos bolivianos en la OEA se realizarán 33 años
después de que el organismo continental se pronunciara a favor de
Bolivia en su diferendo con Chile por una salida soberana al océano
Pacífico.
La declaración aprobada en La Paz, en 1979, advierte que "es de
interés hemisférico permanente encontrar una solución equitativa
mediante la cual Bolivia obtenga acceso soberano y útil al océano
Pacífico".
Al mismo tiempo "recomienda a los estados a que este problema se
resuelva más inmediatamente, que inicien negociaciones encaminadas a
dar a Bolivia una conexión territorial libre y soberana con el
océano Pacífico".
Sin embargo, las pretensiones bolivianas pudieran tropezar con la
posición chilena, cuyo canciller, Alfredo Moreno, advirtió
recientemente que la OEA carece de competencia para tratar el
diferendo entre los dos países.
Bolivia perdió 400 kilómetros de costa y 120 mil kilómetros
cuadrados de extensión desde 1979, cuando la llamada guerra del
Pacífico, en la cual estuvo involucrado también Perú.
Los chilenos se anexaron una extensa franja del litoral y grandes
extensiones del desierto de Atacama.
Ambas naciones firmaron un acuerdo a principios del siglo pasado,
mediante el cual Chile le garantizaba a Bolivia una salida soberana
al mar, lo cual no se ha cumplido hasta ahora.
El gobierno de Evo Morales insistió en los últimos meses en
llevar el caso a los tribunales internacionales, entre ellos a la
Corte Penal de La Haya, con la intención de hacer valer los derechos
de Bolivia.