La integración latinoamericana y caribeña es el único camino para
encarar actuales y futuros desafíos, consideró el embajador de San
Vicente y las Granadinas en Cuba, Dexter Rose, quien destacó el
avance de varios mecanismos regionales de concertación.
De acuerdo con el diplomático, la unidad es la vía para
garantizar la verdadera independencia y soberanía en la región.
"No podemos avanzar de otra manera", afirmó en una entrevista con
Prensa Latina a propósito de los 20 años de relaciones entre Cuba y
San Vicente y las Granadinas, que se celebran este sábado.
Rose resaltó el aporte a la integración de entes como la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Comunidad
del Caribe (CARICOM, por sus siglas en inglés) y la recién
constituida Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Para el también periodista, el ALBA es un espacio de mucho
dinamismo, con proyectos de salud y soberanía económica y cultural.
Tenemos por ejemplo en mi país la Operación Milagro, que ha
beneficiado a miles de personas, así como la reciente visita de un
experto cubano para identificar necesidades culturales, apuntó.
El Embajador resaltó el impulso dado por la Alianza a la CELAC,
bloque genuinamente regional -no incluye a Estados Unidos y Canadá-
fundado a finales de 2011 en Caracas.
Respecto a la CARICOM, Rose la calificó de muy unida y defensora
de un futuro que "pertenece a todos, sin dominio de nadie, sin
arrogancias".
Somos países pequeños, pero con perspectivas grandes y un sentido
muy firme de la independencia y el respeto a los demás, precisó.
Para el diplomático, otro proyecto de gran impacto regional es
PETROCARIBE, que impulsa Venezuela para garantizar estabilidad
energética a partir del acceso a hidrocarburos a precios asequibles
y con facilidades de pago.
Se trata de un programa de tremenda ayuda para casi todos los
países caribeños, opinó.