ANKARA, Turquía, mayo 25.— Al menos dos terroristas y un policía
murieron, y otras dieciocho personas han resultado heridas en la
explosión de una bomba frente a una comisaría de la provincia turca
de Kayseri, en el centro del país.
El ministro turco del Interior, Idris Naim Sahin, aseguró que se
trató de un ataque suicida con dos atacantes y detalló que diez de
los heridos eran hijos de los policías, dado que residían cerca de
la comisaría.
"El objetivo inicial no era la comisaría; hicieron explotar la
bomba allí porque la Policía los persiguió", declaró el ministro,
según la edición digital del diario turco Hürriyet.
Según las primeras noticias, los agentes de la comisaría de
Pinarbasi, un municipio de Kayseri, abrieron fuego contra un coche
que intentó entrar en el recinto y la persona al volante activó una
bomba, informaron las emisoras NTV y CNNTürk.
Las emisoras NTV y CNNTürk relatan que la policía dio el alto a
un coche en la carretera entre Kahramanmaras y Kayseri, en el centro
del país, pero que el vehículo emprendió la fuga y se dirigió a la
comisaría de Pinarbasi, donde la Policía abrió fuego.
El coche llegó al interior del recinto de la comisaría y los
terroristas activaron la bomba, que causó su muerte y la de un
policía, y heridas a otras dieciocho personas, diez de ellos niños.
El ministro Sahin había alertado hace dos días en una entrevista
televisada que el proscrito Partido de Trabajadores del Kurdistán
podría planificar "acciones poco habituales", aunque aún no se ha
informado sobre la autoría del ataque, que se ha producido en una
zona alejada del habitual campo de acción del PKK.