Ingeniera Civil, licenciada en Pedagogía en la especialidad de
Física, profesora jubilada y exdiputada a la Asamblea Nacional, con
68 años, Jiménez Cabrera imparte la asignatura taller Instalaciones
hidráulico-sanitarias en el Instituto Politécnico (IP) Blas Roca,
del Cerro, en la capital.
En este centro de nueva creación, puesto en funciones el presente
curso, se preparan jóvenes egresados de Secundaria Básica como
obreros calificados en tres especialidades de la familia de la
Construcción: Carpintería en blanco y encofrado, Albañilería e
Instalaciones hidráulico-sanitarias.
En este sentido aseguró que de manera general la Educación
Técnica y Profesional constituye para Cuba un eje medular en la
formación de las nuevas generaciones, para responder a la fuerza
laboral que demanda el país.
"En este empeño hay que sumar a muchachos y muchachas. Pero es
preciso que los estudiantes que opten por las especialidades
técnicas y los oficios lo hagan conscientes de su compromiso social,
no como último recurso de continuidad de estudios", precisó.
Al respecto, apuntó que motivar a los estudiantes y lograr que se
sientan identificados con el oficio que están adquiriendo son
factores de marcada trascendencia. "Si los alumnos no aprenden a
amar lo que hacen, no es posible formarlos como buenos obreros,
trabajadores disciplinados e integrales.
"Como profesores tenemos que esforzarnos más en esa dirección,
acotó, porque toda obra constructiva necesita invariablemente de
estas especialidades".
Sin lugar a dudas, al claustro y a la familia les corresponde
promover iniciativas que acerquen a los jóvenes a sus futuras
profesiones, e insistir en la utilidad de los oficios, que se
retoman con fuerza en el contexto actual mediante la vía del trabajo
estatal y por cuenta propia, así como para alcanzar una mayor
autonomía en las reparaciones del hogar.
En este punto, indicó que entre los recursos empleados en el
plantel capitalino, además del trabajo futuro con las aulas anexas,
se implementan visitas técnicas a la ejecución de obras
constructivas "para que los alumnos constaten los procesos que se
estudian en las clases teóricas y en el taller, hasta que se
incorporen en segundo año a las prácticas preprofesionales con un
mayor fondo de tiempo.
"Indiscutiblemente la práctica los motiva más, es la que dice la
última palabra", sentenció.
Conjugados el esfuerzo de los centros docentes y la voluntad
estatal de formar una fuerza de trabajo calificada e integral, la
pedagoga aspira a que estos jóvenes se comprometan realmente con su
carrera y a que cada día el IP Blas Roca, con especialidades no
tradicionales en mujeres, amplíe su matrícula femenina.