Los pobladores de la comuna de Freirina, en el norte de Chile, depusieron las manifestaciones y bloqueos de camino, tras la decisión del gobierno de cerrar una planta procesadora de cerdos que emanaba malos olores.

Las autoridades chilenas decretaron la víspera el cierre temporal de la instalación, perteneciente a la compañía Agrosuper y declararon alerta sanitaria en el lugar, ubicado en la provincia del Huasco, región de Atacama, a unos 700 kilómetros de esta capital.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien visitó la zona de conflicto, reconoció que se estaba ante una crisis ambiental de proporciones inéditas en el país. La empresa no ha sido responsable con el medio ambiente y la ciudadanía, afirmó.

También la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, opinó que los dueños de la empresa tienen "una responsabilidad enorme" por hacer una inversión gigante y no contemplar el daño ambiental que podía producirse.

"El tema de los olores, al parecer, efectivamente es nauseabundo. Ahí son responsables los que dieron las autorizaciones mal dadas, los que hicieron la planta, sabiendo que podía provocar malos olores, los que no se dieron cuenta que los olores estaban transformándose en algo inaceptable, y los que no cerraron la planta a tiempo. Aquí hay una cadena de responsables", dijo.

La medida gubernamental fue evaluada aquí como un enorme triunfo del Movimiento Social de Freirina que desde septiembre pasado había advertido sobre la contaminación en la localidad y que en los últimos días arreció la movilización y bloqueó los accesos a la planta de Agrosuper, enfrentando incluso una fuerte arremetida policial.

La planta procesadora de cerdos de Agrosuper es la mayor de su tipo en Latinoamérica y se mantendrá cerrada hasta tanto no se someta a un nuevo proceso de evaluación ambiental.

No obstante, la vocera del Movimiento Social de Freirina, Andrea Cisternas, dijo que estarán alertas porque fue indignante vivir con los malos olores, causantes además de fuertes cefaleas en niños y adultos.