Bajo el riesgo de la recesión y de la salida de Grecia de la Eurozona, líderes de la Unión Europea (UE) realizarán hoy aquí una cumbre informal, en la que participará por primera vez el presidente francés, Francois Hollande.

La reunión tendrá lugar ocho días después de la toma de posesión de Hollande, quien apuesta por el crecimiento para superar la crisis en la región, contrario a la posición de la canciller federal alemana, Ángela Merkel, firme defensora de las medidas de austeridad.

Aunque no se esperan resultados espectaculares, la cita podría ser un indicio de si Europa cambia de rumbo con la llegada al poder de un gobierno del Partido Socialista en Francia o se mantiene el rigor y la austeridad del modelo alemán, consideraron analistas.

Todas las opciones están sobre la mesa, dijo el gobernante galo en su primer encuentro con Merkel la semana pasada.

Las propuestas de Hollande incluyen dar un nuevo papel al Banco Central Europeo y el de Inversiones para financiar proyectos de infraestructura, crear eurobonos para apoyar a los países en dificultades y acelerar la aplicación de la tasa a las transacciones financieras.

Sin embargo, la canciller federal alemana mantiene su rechazo a aceptar el tema de los eurobonos, lo cual dijo- es una respuesta equivocada a la crisis.

Según Merkel, las causas de los problemas en la región no han cambiado, por lo que la estrategia para enfrentarlos debe ser la acordada hasta ahora en Europa.

La víspera la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico advirtió que la crisis de la deuda en la Eurozona es el principal obstáculo para el crecimiento mundial.

De acuerdo con Prensa Latina, los 17 países que utilizan el euro como moneda común apenas evitaron la recesión en el primer trimestre del año, gracias a las exportaciones de Alemania, y existe el temor a una salida de Grecia del grupo.

Una separación de Atenas de la Eurozona provocaría un contagio impredecible, advirtió el nuevo ministro francés de Economía, Pierre Moscovici.