Ante
miles de personas, la ciudad de Tokio inauguró la torre de
televisión más alta del mundo, visible desde toda la ciudad
y joya de la ingeniería antisísmica.
Se trata de la Tokyo Skytree de 634 metros
de altura, que tiene la forma inconfundible de una aguja
coronada por una gigantesca antena para transmisión de televisión
digital terrestre.
Situada en el barrio de Sumida, junto a la zona
turística de Asakusa, está destinada a reemplazar a la Tokyo
Tower, de 333 metros, construida en 1958 en el centro de la capital
como ejemplo del renacimiento del país de las ruinas de la
Segunda Guerra Mundial, cita Ansa.
Con una inversión de 65.000 millones de
yenes (unos 650 millones de euros), un peso de
41.000 toneladas de cemento y acero, tres años años y medio de
trabajo diario con entre 500 y 1.200 obreros, la obra fue
completada el pasado 29 de febrero, tras superar el test del
terremoto del 11 de marzo de 2011.
En la ceremonia de apertura Yoshizumi Nezu,
presidente de Tobu Railway, el operador ferroviario que desde el
principio tuvo fe en la inversión, remarcó "la linealidad de la
ejecución, sin problemas particulares". El auspicio es llegar a
20.000 visitantes diarios, con un total de 32 millones en el primer
año, gracias además al centro comercial vecino de Tokyo Soramachi,
con 312 restaurantes de todo tipo.
La primera plataforma de observación fue construida
a 350 metros de altura (se llega en ascensor en apenas 50 segundos)
y la segunda a 450 metros.
Sobre la parte externa, la iluminación se asegura
con luces led de bajo consumo, mientras contra los riesgos sísmicos
se implementó el método del "pilar central", tradicionalmente
utilizado en los templos y santuarios de cinco columnas para atenuar
las vibraciones.
A esto se sumaron amortiguadores hidráulicos
montados en toda la estructura para absorber el movimiento sísmico.
La terminación de la obra "envía un mensaje
tranquilizar al mundo sobre Japón", observó el ministro de
Infraestructura Takeshi Maeda, mencionando el carácter antisísmico
de la obra en un país que concentra el 20 por ciento de los
terremotos que cada año superan los seis grados de magnitud.
El pasado noviembre la Tokyo Skytree consiguió el
récord Guinness como torre más alta, desplazando los 600 metros de
la Canton Tower de Guangzhou, en China. Aunque está lejos todavía de
los 828 metros del mega edificio Burj Khalifa de Dubai,
que está considerado en otra categoría, la de los rascacielos.