Varios
escritores latinoamericanos hubieran encontrado hoy en Chile caldo
de cultivo para su obra. Especialmente aquellos que asumieron los
paradigmas del realismo mágico, corriente literaria que funde la
realidad narrativa con elementos fantásticos, no tanto para
reconciliarlos como para exagerar su aparente discordancia.
Y es que muchas veces en este país la noción común de "realidad"
lleva implícito un cuestionamiento de la "verdad".
¿Es o no realismo mágico el hecho de que un millar de
desaparecidos y detenidos estén inscritos en los registros
electorales, de cara a los comicios municipales de octubre de este
año y a las presidenciales del 2013?
El "error" fue admitido personalmente por el director del
Servicio Electoral, Juan Ignacio García, a la presidenta de la
Agrupación de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro.
Los organismos de derechos humanos del país austral denunciaron
que "hay un Estado que no enfrenta la situación de la desaparición
forzada". Pizarro, en diálogo con la agencia alemana DPA, agregó que
Chile sufre las consecuencias de un "Estado que nunca asumió el
genocidio y que no resuelve la situación jurídica de los
desaparecidos, por lo que siguen siendo legalmente vivos, aunque
fueron plagiados hace 40 años".
Es una situación repudiable donde aflora nuevamente la falta de
respeto hacia los familiares de las víctimas y a la verdad
histórica, en un país que todavía carga con las heridas del pasado,
con sus miles de personas desaparecidas y ejecutadas.